lunes, 30 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MART


EL ENIGMA DE LA CUADRA

  Mi abuela y yo nos miramos, sabíamos lo que había pasado.-  La cuadra tenía una salida por detrás, una puerta llamada ‘’piquera’’ por donde se metía la paja todos los veranos para el ganado y la llave estaba siempre colgada dentro de la cuadra.-  Aquella salida daba a una casa que era de uno de los hermanos músicos, con los que teníamos muy buenas relaciones y por la puerta de su casa pasábamos la paja a la piquera.-  Mi abuelo salió por la puerta de los músicos y desapareció.-  Cuando los esbirros rojos volvieron de hacer el recorrido, el endemoniado Tuerto gritaba:  lo buscaremos y lo fusilaremos.-  Abrir esa puerta de la casa y entrar a envasar los granos y a quien se oponga le pegáis un tiro.-

                     Cuando levantaron al jefe del suelo se tiró la escopeta a la cara para disparar a mi abuelo que iba corriendo hacia la cuadra, no sé si lo hubiera conseguido sin mi intervención, yo al ver que pretendía matar a mi abuelo me lancé a sus pies abrazado fuertemente y pegándole bocados tan fuertes como podía hasta sacar los bocados.-  El endemoniado Tuerto gritaba como un cerdo de dolor e impotencia, alzó la escopeta y con la culata me dio un tremendo golpe en el cuello y parte de la nuca y no recuerdo más nada hasta muchos día después.-  Mi  abuela me dijo que estuve muerto más de una semana y que solo se me conocía la vida porque respiraba.-  Yo solo recuerdo que de pronto me encontré volando en una gran nube, de un lado hacia otro, a veces tenía calor, otras tenía frío; pero sobre todo lo que sí parecía era tener unos grandes dolores de cabeza y una sed que me devoraba.-  Escuchaba llantos y suspiros muy lejanos.-

                     Era una obsesión llamando a mi abuelo y sobre todo oír su voz diciéndome Tyllo te quiero mucho, porque era lo que de vez en cuando me solía decir cuando se encontraba deprimido, que últimamente era con mucha frecuencia.-  Mi pensamiento, si a esos disparates se le podía decir pensar, no recuerdo que tuviera otra sensación que era mi abuelo si se abría salvado de los tiros del Tuerto.-  Me sentía abrazado a sus piernas, con todas mis fuerzas, mordiendo incansablemente para salvar a mi abuelo, pero los dolores de cabeza me impedían razonar.-  Todos esos eran mis recuerdos montado en una gran nube negra y recorriendo mundos desconocidos, oyendo gritos y suspiros y conversaciones incoherentes que no podía hilvanar.-

                    Un día, digo yo que sería, me caí de la nube negra, iba derecho a estrellarme al vacío, braceaba abundantemente para agarrarme no sabía a qué, porque la nube había desaparecido.-  Me entraron ganas de llorar, una enorme pena, y de gritar, llamaba a mi abuelo y él me decía Tyllo, estoy aquí, lo oía, pero no podía verlo.-  La pena me ahogaba y grité muy fuerte.-  Entonces comencé a oír llantos muy cerca de mí y a ver una luz, a dejar de volar .

 

 

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SAQUEO O ROBO DE LOS ROJIZOS

                     Los tres, mis dos abuelos y yo estábamos llorando cuando  llegó el Tuerto con sus barbudos rojos cargados de sacos vacíos.-   Venimos a llevarnos grano para el Economato, fueron las palabras del jefe rojo a su llegada.-  Se hizo un sepulcral silencio, hasta la alterada respiración de aquellos sinvergüenzas barbudos se podía escuchar.-  Mi abuelo llevaba rato con los puños apretados y estaba rojo de ira, yo cogido a su brazo y encogido de miedo porque consideraba que los acontecimientos que se iban a dar  eran muy violentos.-  Los rojos habían demostrado en todos sus actos la falta de piedad, de solidaridad, de conciencia y el afán de destrucción económico, sentimental y social.-   Se hizo un silencio embarazoso.-

Mi abuela, una mujer de armas tomar, con su uno noventa de estatura y músculos en tención, se plantó delante del Tuerto, temblando de ira, tendrás que pasar por encima de mi cadáver, vago sinvergüenza, como nunca has sido capaz de ganarlo vienes a robarlo el esfuerzo de todo un año, de trabajos, sudores, lágrimas y esperanzas:  el pan de mi familia, de nosotros.-  Mi abuelo hecho una furia, echaba lumbre, odio por sus ojos ensangrentados, semiencogido hasta el punto de que su uno ochenta de estatura quedó reducido, se asemejaba a un puma a punto de saltar sobre su presa.-  Yo temblaba como una hoja de mimbre, apretando su brazo a ver si conseguía detenerlo.-  La media docena de barbudos forasteros, salvo el Bichica y el Tuerto, armados de escopetas robadas y pistolones daban miedo.-

                   De pronto el puma, mi abuelo, se me escapo del brazo lanzado como un rayo y cogiendo un palo de la leñera que teníamos a los pies, le descargó sus ochenta y tantos kilos de peso al Tuerto acompañados de un buen trozo de olivo, el Tuerto se desmoronó como un azucarillo y cayó a los pies de mi abuelo.-  En principio hubo un tremendo silencio y los esbirros rojos se apresuraron a levantar a aquel Satanás del suelo, sangrando de una herida en la cabeza.-   El silencio se rompió cuando el Tuerto tomó nuevamente la palabra:  ¡matarlo, matarlo, matarlo¡, gritaba entre exclamaciones dolorosas.-  Mi abuela, convertida en una auténtica pantera, se cuadro delante de aquellos diablos que blandían escopetas.-
                    Mi abuelo aprovechó aquel grito de la abuela y se metió en la cuadra de la mula, cerrando por dentro y echando el cerrojo.-  los escopeteros se lanzaron sobre la puerta a empujones todos en masa para derribarla, pero no lo consiguieron.-   El Tuerto gritaba: disparad a la cerradura y lo traéis muerto.-  El equipo rojo dispararon al menos media docena de tiros a la cerradura de la

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LOS PRINCIPIOS DE LA ERA PRAkISTA

 Tres años de guerra y destruyendo a su paso, manteniendo un Ejército grandísimo porque las guerrillas andaban aún por esos montes, dando batidas  en algunos pueblos y sobre todo en los campos.- Por la parte de la frontera llamada ‘’los maquis’’.-  Cuando les atacan desde  un país se pasaban a la zona contraria y viceversa.-   Andaban guarecidos por las sierras con los pastores y en las Haciendas amenazando a los que los protegían por fuerza.-  Eran radicales  que tenían problemas para entregarse, sabiendo que sus correrías y fechorías les llevarían muchos años en la cárcel.-

Fueron unos años muy duros para los obreros porque no había trabajo ni medios de supervivencia.-  Los campos arruinados y sin producir, ya que estuvieron abandonados durante la guerra.-  Para empezar a producir se necesita tiempo y medios económicos y faltaba de todo.-  El Gobierno  tenía que ir pagando las ayudas que le habían prestado las naciones.-  De haber ganado la izquierda la guerra habrían pagado.-

 El tesoro de España desapareció en la guerra, ya que la República se lo llevó,  según iba perdiendo territorios y nadie sabe donde fue a parar ni quien lo manipuló.-  Se han dado tantos comentarios, de que lo gastaban en la guerra los republicanos, otros que lo enviaron al extranjero que era la que asesoraba y ayudaba a la izquierda hasta que se comentaba que un alto cargo se lo llevó a otro país y lo repartieron entre los muchos dirigentes que llevaban la batuta de la guerra.-  En consecuencia, nadie puede demostrar lo que pasó con el tesoro del país, que era en oro uno de los más grandes de de todos los Estados Marcianos tal vez venido de los territorios de otros Planetas.-

De cualquier forma, el País estaba destrozada económica,  social y familiarmente, ya que en todas las familias de media y baja economía faltaba lo más principal.-  A esto había que añadirle los sufrimientos familiares, los unos por la pérdida de  tantos seres queridos, que dejaron inmensidad de huecos familiares vacíos.-  Al regresar de la guerra se encontraban sin nada, ya que todo había sido destruido y hasta la solidaridad familiar y social desentonaba y desacoplaba respecto anterior de la contienda.-

  En casi todos los hogares de la clase baja ocurría lo que en mi familia.-  Las discusiones políticas, cosa que no había existido antes de la guerra.-  Los que perdieron fueron los de siempre, los pobres, y los que ahora tampoco se acoplaban a estar dentro de un régimen en el que no había política ni partidos, ni elecciones.-  Era un Estado  militar que unía a todos los marcianos después de la guerra.

 

 

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LAS HERIDAS DEL ALMA SON INCURABLES

 De aquel ataque del rojerío pude salir, aunque me dijo don Félix que  tendría un recuerdo vitalicio cada vez que nombraran a los rojos.-  Pero el recuerdo más amargo de mi alma era encontrarme la casa de mis abuelos tan vacía de comestibles que un ratón se moriría de hambre.-  Mi abuelo fue perseguido a tiros, a consecuencia de su largo exilio, escondido en diferentes lugares del tajo madrileño, del tajo de la Villa Vieja, de la Murciegalina , murió años más tarde y a mí me arrearon de lo lindo, para enviarme a las puerta de San Pedro.-  He  arrastrado mi dolencia y la simpatía a los rojos.-

 Pero cuando mi padre vino de la guerra y vió que no había grano ni para sembrar, enterado ya de que los rojos se lo llevaron todo y nos dejaron a pasar hambre, no hizo comentario, no le preocupó que a sus padres viejos y enfermos, su mujer e hijo l os dejaran sin alimentos  y las consecuencias que ocurrieron cuando nos robaron los rojos.-

 Nada le preocupaba, era insensible a todo, menos a que Prako hubiera ganado la Guerra.-  Su odio era eterno hacia y el mío y de mis abuelos a los rojos.-  He ahí las consecuencias de la guerra, las heridas que jamás cicatrizarán, la justicia y la injusticia frente a frente igual que en los frente de lucha.-  Padres contra hijos y hermanos contra hermanos y viceversa.-

Solo faltaba que un loco, un fanático, un rojo de los muchos con ansias de poder, hiciera una ley para hacer hoyos en España buscando restos de los buenos, de los  de Alí Babá que son medio España y dejara la otra media España en los diferentes y abundantes podrideros de Paracuellos, Las Checas de Madrid, Barcelona y montones de ciudades y pueblos, entre ellos uno de Granada llamado Turón, donde consiguió escapar un militar que estuvo recibiendo la terapia roja, estando varias veces en capilla.-   Escapó por uno de esos milagros que se suelen dar.-

          No quiero nada de Prako, era un estribillo mañanero que solíamos escuchar de vez en cuando, porque mi abuela era incansable y tal vez porque consideraba que algún día se bajaría de la nube y vería la realidad de su propia familia.-  Secuelas de la fatal guerra, unos padres viejos y enfermos, sobre todo su padre a consecuencia de haber querido salvar el pan de sus propia familia y que no se lo robaran.-  Un hijo inútil a consecuencia de la violencia del rojerío que él había y seguía defendiendo.-  Y un dolor de estómago que él había traído de la guerra, nadie sabía por qué, ya que no existían antecedentes familiares para diagnosticarlo.-  Las secuelas familiares de la guerra

 

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LAS HERIDAS DEL ALMA SON INCURABLES

 De aquel ataque del rojerío pude salir, aunque me dijo don Félix que  tendría un recuerdo vitalicio cada vez que nombraran a los rojos.-  Pero el recuerdo más amargo de mi alma era encontrarme la casa de mis abuelos tan vacía de comestibles que un ratón se moriría de hambre.-  Mi abuelo fue perseguido a tiros, a consecuencia de su largo exilio, escondido en diferentes lugares del tajo madrileño, del tajo de la Villa Vieja, de la Murciegalina , murió años más tarde y a mí me arrearon de lo lindo, para enviarme a las puerta de San Pedro.-  He  arrastrado mi dolencia y la simpatía a los rojos.-

 Pero cuando mi padre vino de la guerra y vió que no había grano ni para sembrar, enterado ya de que los rojos se lo llevaron todo y nos dejaron a pasar hambre, no hizo comentario, no le preocupó que a sus padres viejos y enfermos, su mujer e hijo l os dejaran sin alimentos  y las consecuencias que ocurrieron cuando nos robaron los rojos.-

 Nada le preocupaba, era insensible a todo, menos a que Prako hubiera ganado la Guerra.-  Su odio era eterno hacia y el mío y de mis abuelos a los rojos.-  He ahí las consecuencias de la guerra, las heridas que jamás cicatrizarán, la justicia y la injusticia frente a frente igual que en los frente de lucha.-  Padres contra hijos y hermanos contra hermanos y viceversa.-

Solo faltaba que un loco, un fanático, un rojo de los muchos con ansias de poder, hiciera una ley para hacer hoyos en España buscando restos de los buenos, de los  de Alí Babá que son medio España y dejara la otra media España en los diferentes y abundantes podrideros de Paracuellos, Las Checas de Madrid, Barcelona y montones de ciudades y pueblos, entre ellos uno de Granada llamado Turón, donde consiguió escapar un militar que estuvo recibiendo la terapia roja, estando varias veces en capilla.-   Escapó por uno de esos milagros que se suelen dar.-

          No quiero nada de Prako, era un estribillo mañanero que solíamos escuchar de vez en cuando, porque mi abuela era incansable y tal vez porque consideraba que algún día se bajaría de la nube y vería la realidad de su propia familia.-  Secuelas de la fatal guerra, unos padres viejos y enfermos, sobre todo su padre a consecuencia de haber querido salvar el pan de sus propia familia y que no se lo robaran.-  Un hijo inútil a consecuencia de la violencia del rojerío que él había y seguía defendiendo.-  Y un dolor de estómago que él había traído de la guerra, nadie sabía por qué, ya que no existían antecedentes familiares para diagnosticarlo.-  Las secuelas familiares de la guerra

 

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


                         LAS HERIDAS DEL ALMA SON INCURABLES

 De aquel ataque del rojerío pude salir, aunque me dijo don Félix que  tendría un recuerdo vitalicio cada vez que nombraran a los rojos.-  Pero el recuerdo más amargo de mi alma era encontrarme la casa de mis abuelos tan vacía de comestibles que un ratón se moriría de hambre.-  Mi abuelo fue perseguido a tiros, a consecuencia de su largo exilio, escondido en diferentes lugares del tajo madrileño, del tajo de la Villa Vieja, de la Murciegalina , murió años más tarde y a mí me arrearon de lo lindo, para enviarme a las puerta de San Pedro.-  He  arrastrado mi dolencia y la simpatía a los rojos.-

 Pero cuando mi padre vino de la guerra y vió que no había grano ni para sembrar, enterado ya de que los rojos se lo llevaron todo y nos dejaron a pasar hambre, no hizo comentario, no le preocupó que a sus padres viejos y enfermos, su mujer e hijo l os dejaran sin alimentos  y las consecuencias que ocurrieron cuando nos robaron los rojos.-

 Nada le preocupaba, era insensible a todo, menos a que Prako hubiera ganado la Guerra.-  Su odio era eterno hacia y el mío y de mis abuelos a los rojos.-  He ahí las consecuencias de la guerra, las heridas que jamás cicatrizarán, la justicia y la injusticia frente a frente igual que en los frente de lucha.-  Padres contra hijos y hermanos contra hermanos y viceversa.-

Solo faltaba que un loco, un fanático, un rojo de los muchos con ansias de poder, hiciera una ley para hacer hoyos en España buscando restos de los buenos, de los  de Alí Babá que son medio España y dejara la otra media España en los diferentes y abundantes podrideros de Paracuellos, Las Checas de Madrid, Barcelona y montones de ciudades y pueblos, entre ellos uno de Granada llamado Turón, donde consiguió escapar un militar que estuvo recibiendo la terapia roja, estando varias veces en capilla.-   Escapó por uno de esos milagros que se suelen dar.-

          No quiero nada de Prako, era un estribillo mañanero que solíamos escuchar de vez en cuando, porque mi abuela era incansable y tal vez porque consideraba que algún día se bajaría de la nube y vería la realidad de su propia familia.-  Secuelas de la fatal guerra, unos padres viejos y enfermos, sobre todo su padre a consecuencia de haber querido salvar el pan de sus propia familia y que no se lo robaran.-  Un hijo inútil a consecuencia de la violencia del rojerío que él había y seguía defendiendo.-  Y un dolor de estómago que él había traído de la guerra, nadie sabía por qué, ya que no existían antecedentes familiares para diagnosticarlo.-  Las secuelas familiares de la guerra

 

 

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


LOS RECUERDOS DE ADOLESCENTE

 Durante la tragedia de  los enfrentamientos entre los españoles para mantener a unos políticos en el poder, a unos incompetentes para que se pongan otros, ya que todos los políticos son igual, digan en sus acusaciones de la oposición que les estorba todas las falsedades que demagógicamente quieran, quien siempre pierde son los obreros, los más pobres, los despojados de la diosa fortuna.-  Una gran masa de ellos por fanatismo y odio, sin fundamento para odiar y sin cultura para saber decidir con objetividad y distinguir la verdad de la demagogia.-  Lo he vivido y padecido.-

Durante muchos, muchísimos años padecí el infortunio de la escucha permanente  del odio infundado, del fanatismo inculto, de la equivocación humana, de las decisiones injustas, del desprecio a la sangre, a la familia, a las consecuencias derivadas del odio, sin razones que justifiquen la dictadura patriarcal.-   

Pero la herida incurable en el alma que me acostaba y me levantaba con ella, que sangraba de vez en cuando  siempre que tenía dolores en la cervical y en la espina dorsal, y eran con frecuencia; eran las secuelas que me dejó el ataque del rojo llamado ‘’el Tuerto’’, cabecilla de todo el rojerío en el pueblo, con el golpe tan seco y duro con la culata de su escopeta que me mandó al otro mundo.-  Allí me dijo mi madre y mis abuelos que estuve varios días, entre la vida, que se me escapaba a chorros, según mi abuela que lloraba como una magdalena, y la muerte que venía por mí y no podían hacer nada para espantarla.-

         Cuando por fin dijo don Félix que había enfermo, un gran médico de aquellos tiempos, que ya eran dos veces que me salvaba de las garras de de la negra y fea muerte, la primera, según me decían mis abuelos, cuando tenía dos años, y ésta última, porque murió a poco, me salvó de la muerte roja, de la tiranía fanática.- 

 Desperté de un gran sueño, del que oía hablar y llorar, pero no podía hablar ni llorar a mi vez.-  Estaba inmóvil, estático; pero flotando en una nube negra, que me llevaba donde quería.-  Mi cuerpo no tenía movimiento, ni dolores ni vida propia.-   

Cuando bajé, cuando aterricé de aquella veloz nube, abrí los ojos y solo vía imágenes borrosas que no podía reconocer.-  Poco a poco se fueron haciendo visibles reconocí a mi madre y mi abuela, nadando en un mar de lágrimas, y don Félix serio.-  El llanto de las madres es normal y no me preocupó, pero si me preocupaba que no sabía donde estaba ni qué me pasaba.-

 

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LAS NUEVAS GENERACIONES

            Las nuevas generaciones, si se les puede llamar nuevas después de la guerra, ya      que éramos una especie de jóvenes curtidos por las caricias del hambre, del injusto trabajo a la temprana edad, de la carencia de colegios y cultura, de la necesidad de cariño y familia feliz, de la falta de alimentos y vestidos, de la tranquilidad perdida hace tres años, de tantos y tantos factores necesarios para niños y adolescentes en edad de crecer, de jugar, de estudiar, de alimentarse y ser tenidos en cuenta.-

Es una pena ver niños y adolescentes ayudando a la familia en las duras tareas agrícolas, creciendo entre duros trabajos y métodos similares a la esclavitud, algunos al servicio del poder económico por el solo pago de la alimentación, con el beneplácito de sus mayores.- 

Qué duda cabe que no les queda otra alternativa a los responsables progenitores, que vender su joven trabajo al mejor postor.-  Pero tampoco tuvieron la inteligencia y el amor a los hijos.-  Al igual que no se debe gastar más de lo que se gana, tampoco se deben de tener más hijos de los que puedas mantener y educar dignamente, para que no sean verdaderos esclavos.-

De esta forma, no se verían tantos niños descalzos, mal vestidos, peor alimentados y siendo esclavos, unas veces de los propios progenitores, otras de las clases sociales más pudientes que los explotan tan solo por la alimentación.-  Eso no es vivir, es sobrevivir a los vaivenes de la vida, de las circunstancias que da el tiempo en que se vive.-  Eso es inhumano y hasta los propios progenitores deberían de avergonzarse de ver a sus hijos en tales circunstancias de humillación, de esclavitud, de carencia y desarrollo, de analfabetismo, de liberEstos niños de la guerra, los que han sobrevivido al episodio inquisitorial al que fueron sometidos, sus recuerdos serán auténticas pesadillas durante toda su vida.- 

 Es posible que nadie los pueda comprender, porque para comprender a los demás hay que haber vivido la terrible hecatombe de su desarrollo, de su educación, de sus vivencias atroces, de sus lágrimas en las noches y en sus sueños, de sus carencias injustas, de su falta de todo, y de lo más importante en su edad, de cariño y atención.- 

Una juventud que odiará, que recelará de todo y de todos, que nunca encajará completamente en un entorno de desarrollo y progreso, porque seguirá mirándose el ombligo.-  Las heridas del alma son difíciles de curar, y más si tiene que luchar para seguir sobreviviendo.-   Querrá salir  de la esclavitud, donde nació, vivió y desarrolló, y si no lo consigue, procurará que salgan sus descendientes de la situación de analfabetismo y de campesinos aborregados.-

 

domingo, 29 de noviembre de 2015

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


NUNCA COMPRENDI A MI PADRE

 El que no comprendiera a mi padre no significaba que no lo quería o que lo odiara.-  Él odiaba a Prako y lo demostró.- Pero en la familia nadie lo odió a él.-  Solo que no estábamos de acuerdo en sufrir las consecuencias funestas de su incomprensible odio.-  Prako nos daba la posibilidad de tener médicos gratis y cobrar, y subsidio por cada hijo, que al menos era una ayuda en aquellos tiempos.-

Yo, con la desgracia del golpe que me dio con la escopeta el Tuerto en la cervical que me destrozó la columna dorsal hasta con un pinzamiento lumbo-sacro que me dejó, necesitaba asistencia médica de vez en cuando.-  El abuelo, con una pulmonía incurable, que le llevó a una situación asmática incurable y acortó la vida y también una calidad de vida, también estaba sufriendo las consecuencias de un odio infundado.- 

Toda la familia sin médicos y sin dinero para costearlos, todos pidiéndole al padre que aceptara el seguro social.-  Una familia que iba creciendo en viejos, necesitaba asistencia médica y desgraciadamente no existían medios económicos para pagarse los médicos.-  Pero el odio era más grande que el amor a la familia.-  Más bien se trataba de una cabezonería sin fundamento, pero el daño a unos hijos y a unos padres era de consecuencias funestas.-

Su propio padre, con temporadas en cama.-  Una casa de mayores donde siempre había alguno enfermo.-  Él mismo con una úlcera de estómago permanente, la madre que la tuvieron que operar de un pecho y tuvo que buscar diez mil reales que tardó más de veinte años en pagar, la enfermedad permanente suya y la de su padre.-  Los consejos de sus familiares y amigos para que aceptara  el seguro de, que le beneficiaba hasta para su jubilación.-

Todo fue inútil, la familia e incluso el futuro suyo no significaban nada para él.-  En casa la tensión era demasiado honda entre el hijo y los padres.-    En aquellos tiempos solo se pensaba en que había que comer para subsistir.-  Nadie pensaba en zapatos, trajes u otros artículos que no se consideraban de primera necesidad.-  Si alguien caía enfermo, que Dios lo salvara.-

A veces pienso, que al igual que hicieron mis abuelos y mi madre, que se fueron a la tumba con este secreto y el sufrimiento de las consecuencias, yo que era el único conocedor del por qué y de todo lo acaecido, he debido hacer igual.-  Pero mi deber ante la memoria de aquellos que sufrieron unas circunstancias injusta igual que yo, me hace reaccionar, igual que siempre me lo hizo y no pude hacer nada por evitarlo.-  Qué Dios nos perdone a todos, porque nadie somosjustos.

 

 

MIS RECUERDOS DE ,A GUERRA EN MARTE


                                VIVO FUERA DE MI ENTORNO NATURAL DE NIÑO

 Nada más despertar, estoy, luego existo.-  El verbo to be significa: ser y estar.-En mi niñez, con mis sueños hechos añicos por una guerra que yo no comprendo, por unos políticos que tampoco comprendo, por unos sistemas incomprensibles para mí; por una destrucción total de la economía, de la tradición social, de la dignidad humana, del cariño de la familia, dividida por las opiniones egoístas y fanáticas inculcadas a golpe de demagogia por políticos desalmados, que solo les importa mantenerse en el poder.-

Esto ayuda a mi necesidad de sentirme agusto con la dicotomía en la que sueño.-   La vida que estoy viviendo no es del sentir humano, se sale, en mi opinión, del sentir del pueblo, son realidades utópicas.-  Mantenerse en el poder es difícil sin la colaboración de los fanáticos.-  Hay que fanatizar a las masas a golpe de demagogia, porque significa el poder, el estar con los débiles para el uso personal a golpe de utopías.

No sé si por naturaleza me he empujado a la soledad, o por las circunstancias psicológicas en que me encasilló el sistema incompatible a mis principios humanos.-  Así, en mis sueños de soledad es donde me siento mejor.-  Memorizo los paisajes soñando con visitarlos algún día, porque la mejor manera de conocerme es salirme de mi entorno.-  La tentación de salirme de mi entorno, en el que me encuentro incómodo, sería mi salida a la vida soñada, a la libertad si es que existe.       

Aunque haya que llegar, como dijo en las Cortes un famoso político, si es existo, hace un siglo, al atentado personal, en evitación de que llegue al poder el contrario, el enemigo.-  El pueblo importa poco, sólo el poder    Mis recuerdos son hechos históricos jamás conocidos por quien no los vivió.-  Hechos acaecidos, paso por paso, acción por acción, sin ofender a nadie nombrándolo, solo al clan familiar protagonista y culpable de asuntos familiares, ajenos a la contienda nacional, o quién sabe si ligada y a consecuencia.-

 Pero yo, en mi inocencia de niño, entendía que el bien familiar estaba por encima de guerras, de odios políticos y de todo lo que ocurriera en el mundo.-  Mi padre no lo entendió así, y su orgullo personal o político estuvo por encima del bien de toda su familia, mientras vivió.-  Yo lo perdono, que Dios lo tenga en la gloria, pero sus padres lo sufrieron y su mujer y yo.- Tener sin médicos a toda la familia, durante toda la vida, por fanatismo, siendo gratis los servicios médicos y de hospitales, es imperdonable, es un desprecio a los suyos.

 

 

 

MIIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


                                                      NUNCA COMPRENDI A MI PADRE 

                         El que no comprendiera a mi padre no significaba que no lo quería o que lo odiara.-  Él odiaba a Franco y lo demostró.- Pero en la familia nadie lo odió a él.-  Solo que no estábamos de acuerdo en sufrir las consecuencias funestas de su incomprensible odio.-  Franco nos daba la posibilidad de tener médicos gratis y cobrar y subsidio por cada hijo, que al menos era una ayuda en aquellos tiempos.-

                         Yo, con la desgracia del golpe que me dio con la escopeta el Tuerto en la cervicaly con la caída en el Morrón desde el tejado, que me destrozó la columna dorsal hasta con un pinsamiento lumbo-sacro que me dejó, necesitaba asistencia médica de vez en cuando.-  El abuelo, con una pulmonía incurable, que le llevó a una situación asmática incurable y acortó la vida y también una calidad de vida, también estaba sufriendo las consecuencias de un odio infundado.- 

                         Toda la familia sin médicos y sin dinero para costearlos, todos pidiéndole al padre que aceptara el seguro social de Franco.-  Una familia que iba creciendo en hijos y en viejos, necesitaba asistencia médica y desgraciadamente no existían medios económicos para pagarse los médicos.-  Pero el odio era más grande que el amor a la familia.-  Más bien se trataba de una cabezonería sin fundamento, pero el daño a unos hijos y a unos padres era de consecuencias funestas.-

                          Su propio padre, con temporadas en cama.-  Una casa de niños y viejos, donde siempre había dos o tres personas enfermas.-   Él mismo con una úlcera de estómago permanente, la madre que la tuvieron que operar de un pecho y tuvo que buscar diez mil reales que tardó más de veinte años en pagar, la enfermedad permanente suya y la de su padre,. Los consejos de sus familiares y amigos para que aceptara  el seguro de Franco, que le beneficiaba hasta para su jubilación.-

                           Todo fue inútil, la familia e incluso el futuro suyo no significaban nada para él.-  En casa la tensión era demasiado honda entre el hijo y los padres.-  Los críos no se daba cuenta de nada, porque no conocían los problemas que existían.-  En aquellos tiempos solo se pensaba en que había que comer para subsistir.-  Nadie pensaba en zapatos, trajes u otros artículos que no se consideraban de primera necesidad.-  Si alguien caía enfermo, que Dios lo salvara.- Ahí estamos.-

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EL JUICIO DE LOKA

 El juicio de Loka deja claro y manifiestamente que los arrendatarios llevan la razón.-  Y a son dos juicios ganados.-  Pero los arrendadores tienen derecho al recurso y es lo que han hecho.-  El abogado defensor de nosotros dice que ganaremos en la capital de provincia y el proceso sigue su curso.-  Pero ya tenía otros gastos distintos, porque los arrendatarios tenían que desplazarse.-

De todas formas, mientras se siguiera ganando y en ciudades cercanas, había que seguir adelante.-   Cuando el abogado llamó a los arrendatarios, los pocos que quedaban, les dijo que la sentencia había sido favorable para ellos, pero que tenía una propuesta que hacerles, en nombre de los arrendadores.-  El día que se reunieron para hablar de la propuestas formulada por los dueños de las tierras, había una proposición nueva para los labradores.-

Los propietarios, les dejaban labrar las fincas, sin cobrar rentas, hasta el año mil novecientos cuarenta y cinco inclusive, si firmaban entregar las propiedades arrendadas para la fecha citada.-  Eso o seguir adelante mediante el recurso que  a los Tribunales de Justicia de de la capital de la Nación.-  Sin embargo, el abogado les dijo que no aceptaran dejar las tierras.-  Les aconsejó que el recurso lo tenían ganado de antemano en la capital del Estado, aunque posiblemente hubiera un último recurso al Supremo.-

                  Pero el problema surgió, no en los recursos, sino en lo económico.-  Hasta ahora, el abogado no había cobrado nada y les dijo que seguía sin cobrarles hasta el último, cuando ganaran el último trámite de la justicia.-  Si no ganaban nunca les cobraría nada, y si ganaban cobraría modestamente, pagándole cuando pudieran.-  Pero sí tenían que aportar ahora un dinero para tramitación de papeles, no para su trabajo que era gratis.-  Las dos mil pesetas que había que anticipar ninguno las tenía ni en el canto de la memoria, ni de donde hacerlas.-

El dichoso dinero, una meta inalcanzable para unas familias que tenían que mantener  y atender en todas sus necesidades con solo su trabajo personal en la agricultura y pagar unas rentas anuales.-  El único dinero que había en casa, poco más de cuatro mil pesetas en plata, ahorros guardados de toda la vida de trabajo, se los llevó el Tuerto cuando saquearon la casa.

  En tal evento tuvimos la mala suerte de que  además de robarnos todo lo que había en casa y dejarnos a pasar hambre, que a mí me dejaran por muerto y a el abuelo lo persiguieran a tiros para detenerlo y asesinarlo que es lo que hacían aquellos revolucionarios.-  Pero el caso es que lo que necesitan los arrendadores es dinero para seguir defendiendo los derechos de antigüedad de los arrendamientos que vienen desde sus antepasados y no hay.

 

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EL JUICIO DE LOKA

 El juicio de Loka deja claro y manifiestamente que los arrendatarios llevan la razón.-  Y a son dos juicios ganados.-  Pero los arrendadores tienen derecho al recurso y es lo que han hecho.-  El abogado defensor de nosotros dice que ganaremos en la capital de provincia y el proceso sigue su curso.-  Pero ya tenía otros gastos distintos, porque los arrendatarios tenían que desplazarse.-

De todas formas, mientras se siguiera ganando y en ciudades cercanas, había que seguir adelante.-   Cuando el abogado llamó a los arrendatarios, los pocos que quedaban, les dijo que la sentencia había sido favorable para ellos, pero que tenía una propuesta que hacerles, en nombre de los arrendadores.-  El día que se reunieron para hablar de la propuestas formulada por los dueños de las tierras, había una proposición nueva para los labradores.-

Los propietarios, les dejaban labrar las fincas, sin cobrar rentas, hasta el año mil novecientos cuarenta y cinco inclusive, si firmaban entregar las propiedades arrendadas para la fecha citada.-  Eso o seguir adelante mediante el recurso que  a los Tribunales de Justicia de de la capital de la Nación.-  Sin embargo, el abogado les dijo que no aceptaran dejar las tierras.-  Les aconsejó que el recurso lo tenían ganado de antemano en la capital del Estado, aunque posiblemente hubiera un último recurso al Supremo.-

                  Pero el problema surgió, no en los recursos, sino en lo económico.-  Hasta ahora, el abogado no había cobrado nada y les dijo que seguía sin cobrarles hasta el último, cuando ganaran el último trámite de la justicia.-  Si no ganaban nunca les cobraría nada, y si ganaban cobraría modestamente, pagándole cuando pudieran.-  Pero sí tenían que aportar ahora un dinero para tramitación de papeles, no para su trabajo que era gratis.-  Las dos mil pesetas que había que anticipar ninguno las tenía ni en el canto de la memoria, ni de donde hacerlas.-

El dichoso dinero, una meta inalcanzable para unas familias que tenían que mantener  y atender en todas sus necesidades con solo su trabajo personal en la agricultura y pagar unas rentas anuales.-  El único dinero que había en casa, poco más de cuatro mil pesetas en plata, ahorros guardados de toda la vida de trabajo, se los llevó el Tuerto cuando saquearon la casa.

  En tal evento tuvimos la mala suerte de que  además de robarnos todo lo que había en casa y dejarnos a pasar hambre, que a mí me dejaran por muerto y a el abuelo lo persiguieran a tiros para detenerlo y asesinarlo que es lo que hacían aquellos revolucionarios.-  Pero el caso es que lo que necesitan los arrendadores es dinero para seguir defendiendo los derechos de antigüedad de los arrendamientos que vienen desde sus antepasados y no hay.

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


EL OREJON LLEGA A CASA A VER AL ABUELO

El orejón es el dueño de una Hacienda en el campo de este municipio, estuvo escondido con el abuelo algún tiempo en el mismo lugar para que los rojos ,n los detuvieran, que ya sabían de antemano el final, y no bajó a la cueva del Tajo de la Villa Vieja porque le dio miedo.-  Pero el abuelo y él estuvieron antes de eso escondidos en unas cuevas que hay en el Tajo Madrileño, por debajo de la Hacienda Cortikillos y cerca del mokrón.- 

Allí les llevaba aguas y comida papá Juan desde el cortijo.-  Pero cuando entraron los nacionales en el pueblo y se fue a la Ciudad con su familia, se lo llevó Píor en la furgoneta.-  No puedo decir su nombre ni el del cortijo, no gustaría a su familia.-  Porque, entre otras cosas yo quiero publicar este libro algún día.-

Son las memorias, las vivencias día a día del desastre más grande que acaeció entre hermanos, padres e hijos en la historia de este País.-  Publicarán cientos de libros e historias, más o menos cercanas, pero nadie la realidad vivida desde la humildad, la sencillez, la miseria, el trabajo y las vivencias tal cual fueron sucediendo día a día, hora a hora.-

El amigo del abuelo, el orejón, se ha venido a la Hacienda  otra vez, porque es él quien lo llevaba antes y ahora también; los hijos estudian en la capital y solo vienen de largo en largo, es él quien va de vez en cuando a la Ciudad.-  Los dos hombres están contando sus vivencias desde que se separaron, bajo la parra que hay en la puerta, y a los dos se les llenan los ojos de lágrimas.-

 Al Orejón le quemaron las cosechas, se llevaron su ganado, incluidas yeguas y mulos, saquearon la casa y la dejaron para encalar.-  Lo andaban buscando para matarlo, ellos decían fusilarlo, pero no lo encontraban.-  Una noche fue a la Hacienda recoger una escopeta que tenia escondida y cuando salía para marcharse lo descubrieron y lo persiguieron a tiros.-

Me lo había contado el abuelo, que a su vez a él se lo contó cuando estuvieron los dos escondidos en el Tajo Madrileño.- No lo pudieron atrapar cuando lo persiguieron, porque él se parapetaba detrás de los olivos y les devolvía los tiros, y valerosos eran con los desarmados, pero con quién les devolvía plomo y buen tirador, eran menos bravos; Orejón decía que hasta cobardes.-

  De qué buena gana, decía, me hubiera enfrentado al Tuerto, para volarle lo que llevaba bajo el sombrero.-  Cuando se fue, quiso dejarle la escopeta a mi abuelo, pero él no quiso armas.-  Los dos pasaron el día en el cortijo de Porkunencias, con el tío Pekico, dos buenos hombres, donde los haya.

 

MIS REUERDOS DELA GUERRA EN MARTE


EL OREJON LLEGA A CASA A VER AL ABUELO

El orejón es el dueño de una Hacienda en el campo de este municipio, estuvo escondido con el abuelo algún tiempo en el mismo lugar para que los rojos ,n los detuvieran, que ya sabían de antemano el final, y no bajó a la cueva del Tajo de la Villa Vieja porque le dio miedo.-  Pero el abuelo y él estuvieron antes de eso escondidos en unas cuevas que hay en el Tajo Madrileño, por debajo de la Hacienda Cortikillos y cerca del mokrón.- 

Allí les llevaba aguas y comida papá Juan desde el cortijo.-  Pero cuando entraron los nacionales en el pueblo y se fue a la Ciudad con su familia, se lo llevó Píor en la furgoneta.-  No puedo decir su nombre ni el del cortijo, no gustaría a su familia.-  Porque, entre otras cosas yo quiero publicar este libro algún día.-

Son las memorias, las vivencias día a día del desastre más grande que acaeció entre hermanos, padres e hijos en la historia de este País.-  Publicarán cientos de libros e historias, más o menos cercanas, pero nadie la realidad vivida desde la humildad, la sencillez, la miseria, el trabajo y las vivencias tal cual fueron sucediendo día a día, hora a hora.-

El amigo del abuelo, el orejón, se ha venido a la Hacienda  otra vez, porque es él quien lo llevaba antes y ahora también; los hijos estudian en la capital y solo vienen de largo en largo, es él quien va de vez en cuando a la Ciudad.-  Los dos hombres están contando sus vivencias desde que se separaron, bajo la parra que hay en la puerta, y a los dos se les llenan los ojos de lágrimas.-

 Al Orejón le quemaron las cosechas, se llevaron su ganado, incluidas yeguas y mulos, saquearon la casa y la dejaron para encalar.-  Lo andaban buscando para matarlo, ellos decían fusilarlo, pero no lo encontraban.-  Una noche fue a la Hacienda recoger una escopeta que tenia escondida y cuando salía para marcharse lo descubrieron y lo persiguieron a tiros.-

Me lo había contado el abuelo, que a su vez a él se lo contó cuando estuvieron los dos escondidos en el Tajo MadriKeño.- No lo pudieron atrapar cuando lo persiguieron, porque él se parapetaba detrás de los olivos y les devolvía los tiros, y valerosos eran con los desarmados, pero con quién les devolvía plomo y buen tirador, eran menos bravos; Orejón decía que hasta cobardes.-

  De qué buena gana, decía, me hubiera enfrentado al Tuerto, para volarle lo que llevaba bajo el sombrero.-  Cuando se fue, quiso dejarle la escopeta a mi abuelo, pero él no quiso armas.-  Los dos pasaron el día en el cortijo de Porkunencias, con el tío Pekico, dos buenos hombres, donde los haya.

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


EL OREJON LLEGA A CASA A VER AL ABUELO

El orejón es el dueño de una Hacienda en el campo de este municipio, estuvo escondido con el abuelo algún tiempo en el mismo lugar para que los rojos ,n los detuvieran, que ya sabían de antemano el final, y no bajó a la cueva del Tajo de la Villa Vieja porque le dio miedo.-  Pero el abuelo y él estuvieron antes de eso escondidos en unas cuevas que hay en el Tajo Madrileño, por debajo de la Hacienda Cortikillos y cerca del mokrón.- 

Allí les llevaba aguas y comida papá Juan desde el cortijo.-  Pero cuando entraron los nacionales en el pueblo y se fue a la Ciudad con su familia, se lo llevó Píor en la furgoneta.-  No puedo decir su nombre ni el del cortijo, no gustaría a su familia.-  Porque, entre otras cosas yo quiero publicar este libro algún día.-

Son las memorias, las vivencias día a día del desastre más grande que acaeció entre hermanos, padres e hijos en la historia de este País.-  Publicarán cientos de libros e historias, más o menos cercanas, pero nadie la realidad vivida desde la humildad, la sencillez, la miseria, el trabajo y las vivencias tal cual fueron sucediendo día a día, hora a hora.-

El amigo del abuelo, el orejón, se ha venido a la Hacienda  otra vez, porque es él quien lo llevaba antes y ahora también; los hijos estudian en la capital y solo vienen de largo en largo, es él quien va de vez en cuando a la Ciudad.-  Los dos hombres están contando sus vivencias desde que se separaron, bajo la parra que hay en la puerta, y a los dos se les llenan los ojos de lágrimas.-

 Al Orejón le quemaron las cosechas, se llevaron su ganado, incluidas yeguas y mulos, saquearon la casa y la dejaron para encalar.-  Lo andaban buscando para matarlo, ellos decían fusilarlo, pero no lo encontraban.-  Una noche fue a la Hacienda recoger una escopeta que tenia escondida y cuando salía para marcharse lo descubrieron y lo persiguieron a tiros.-

Me lo había contado el abuelo, que a su vez a él se lo contó cuando estuvieron los dos escondidos en el Tajo Madrileño.- No lo pudieron atrapar cuando lo persiguieron, porque él se parapetaba detrás de los olivos y les devolvía los tiros, y valerosos eran con los desarmados, pero con quién les devolvía plomo y buen tirador, eran menos bravos; Orejón decía que hasta cobardes.-

  De qué buena gana, decía, me hubiera enfrentado al Tuerto, para volarle lo que llevaba bajo el sombrero.-  Cuando se fue, quiso dejarle la escopeta a mi abuelo, pero él no quiso armas.-  Los dos pasaron el día en el cortijo de Porkunencias, con el tío Pekico, dos buenos hombres, donde los haya.

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA EN MARTE


EL OREJON LLEGA A CASA A VER AL ABUELO

El orejón es el dueño de una Hacienda en el campo de este municipio, estuvo escondido con el abuelo algún tiempo en el mismo lugar para que los rojos ,n los detuvieran, que ya sabían de antemano el final, y no bajó a la cueva del Tajo de la Villa Vieja porque le dio miedo.-  Pero el abuelo y él estuvieron antes de eso escondidos en unas cuevas que hay en el Tajo Madrileño, por debajo de la Hacienda Cortikillos y cerca del mokrón.- 

Allí les llevaba aguas y comida papá Juan desde el cortijo.-  Pero cuando entraron los nacionales en el pueblo y se fue a la Ciudad con su familia, se lo llevó Píor en la furgoneta.-  No puedo decir su nombre ni el del cortijo, no gustaría a su familia.-  Porque, entre otras cosas yo quiero publicar este libro algún día.-

Son las memorias, las vivencias día a día del desastre más grande que acaeció entre hermanos, padres e hijos en la historia de este País.-  Publicarán cientos de libros e historias, más o menos cercanas, pero nadie la realidad vivida desde la humildad, la sencillez, la miseria, el trabajo y las vivencias tal cual fueron sucediendo día a día, hora a hora.-

El amigo del abuelo, el orejón, se ha venido a la Hacienda  otra vez, porque es él quien lo llevaba antes y ahora también; los hijos estudian en la capital y solo vienen de largo en largo, es él quien va de vez en cuando a la Ciudad.-  Los dos hombres están contando sus vivencias desde que se separaron, bajo la parra que hay en la puerta, y a los dos se les llenan los ojos de lágrimas.-

 Al Orejón le quemaron las cosechas, se llevaron su ganado, incluidas yeguas y mulos, saquearon la casa y la dejaron para encalar.-  Lo andaban buscando para matarlo, ellos decían fusilarlo, pero no lo encontraban.-  Una noche fue a la Hacienda recoger una escopeta que tenia escondida y cuando salía para marcharse lo descubrieron y lo persiguieron a tiros.-

Me lo había contado el abuelo, que a su vez a él se lo contó cuando estuvieron los dos escondidos en el Tajo Madrileño.- No lo pudieron atrapar cuando lo persiguieron, porque él se parapetaba detrás de los olivos y les devolvía los tiros, y valerosos eran con los desarmados, pero con quién les devolvía plomo y buen tirador, eran menos bravos; Orejón decía que hasta cobardes.-

  De qué buena gana, decía, me hubiera enfrentado al Tuerto, para volarle lo que llevaba bajo el sombrero.-  Cuando se fue, quiso dejarle la escopeta a mi abuelo, pero él no quiso armas.-  Los dos pasaron el día en el cortijo de Porkunencias, con el tío Pekico, dos buenos hombres, donde los haya.

 

MIS RECUERDOS DE LA GUERRA NMARTE


LA PLAZA SE LLENA DE BARBUDOS

Desde que terminó la guerra no paran de llegar hombres al pueblo, gentes de aquí, que tienen sus familias, que unos estuvieron en la zona roja y otros en la zona nacional, los unos licenciados del Ejército, como mi padre, otros detenidos o entregados de la zona roja o republicana-  Pero, como dijo Prako cuando tomó la ciudad del Estado, amnistía para todos los que no tengan delitos de sangre, o delitos graves de robos o malos tratos.-  Yo pienso que esta amnistía no le deberá de alcanzar al Tuerto, aunque no tenga delitos de sangre.- porque a robos y malos tratos no le ha ganado nadie, cuyas consecuencias sufro.-

Ya lo demuestra que en cuanto pisó el pueblo estuvo las Guardia Nacional a detenerlo, en espera de que terminen las denuncias contra él, que no está recibiendo ni la mitad de las gentes que expolió o maltrató con denuncias.-  En definitiva, los expoliados o maltratados son más caballeros y más generosos que lo fue él.-  Por mi parte, solo de pensar en ese sujeto, me empiezan los dolores en el cuello, que serán para mí vitalicios, según me dijo el maestro-médico. que me ha estado atendiendo como médico.-

Otros del pueblo, también vinieron la Guardia Nacional por ellos y han desaparecido del pueblo, y se cuenta que están en la cárcel de la capital, esperando ser juzgados, unos seguidores del Tuerto y de sus malos tratos y expolios, otros por algunas cosas peores.-  Los conozco a todos, porque soy del pueblo y he tenido la edad suficiente para saber lo que pasaba, lo que hacían, y lo que no debieron de hacer.-  Pero, aunque han pasado cerca de ochenta años, (setenta y cuatro), hay familiares vivos que no les gustaría que se removiera lo que sus antepasados hicieron con sus convecinos, poniendo nombres y apellidos, hechos y fechorías.- Sería muy doloroso  para su familia.

Yo tengo esos nombres y apellidos y actos horrorosos acaecidos.-  Me los reservo, me los llevo al otro barrio para que sus familias vivan en paz.-  Ya pagaron, si la cárcel es pagar, o las penas de muerte son indemnizar.-  Y es que en esta vida todo se paga, tarde o temprano, tal vez por esos refranes: haz bien y no mires a quién, y haz mal y guárdate a pagar.- Mi cervical , mi espina dorsal y mi afección craneoencefálica quién me la va a pagar a mí, si es de por vida.-  Peor aún se quedan las mujeres y los hijos de esos seres que anduvieron mal y acabaron peor.-  Dejémosles que no tengan malos recuerdos ahora.-  Don Estekan que es el único que lee mis notas, me escribe siempre una palabra al final, ¡no los odies¡.