CAPITULO CLXXXVVVIV
Pedro Sánchez define España como nación de naciones; pero
el viejo sabio de la tribu sabe más de la nación española, así que para
definiciones hay que ser veterano.- Hay
que pensar en el secesionismo, artículo
ciento cincuenta y cinco de la Constitución; pero lo importante son dos cosas, el
Estado y la soberanía.- Dos cosas de las
que al parecer nadie de entre los políticos quiere reconocer y hablar.- El
Estado está definido en la Constitución y nadie por sí solo ni en grupo lo puede
cambiar.- En cuanto a la soberanía está bien definida también en la Carta
Magna, que el pueblo es soberano.- No se
puede evitar, lo diga o no la Constitución, que una nacionalidad cultural se le
puede definir nación, la soberanía única está bien definida y el Estado también.-
Los secesionistas hablan de que en democracia un pueblo
tararí.- Todos los enredos, martingales, derivaciones, y deseos de confundir a
los expertos son nulos.- La Constitución
española acordada y aprobada por la ley en su día en las Cortes constituidas
legalmente no admite nada más que lo acordado
en las Cortes españolas y no define al secesionismo como una posibilidad
legal.- El Estado está dividido en
Comunidades y cada comunidad forma parte de ese mismo Estado sin definir a la
comunidad con otros derechos que los de formar parte del Estado mismo.-
El recorrido tan amplio que lleva internacionalmente el secesionismo de los independentistas es tan vergonzoso para un Estado de estima
mundial, que en ningún sistema tiene ayuda, cabida, apoyo, ni aprecio.- Está
aislado de toda posibilidad.- España es un Estado serio y responsable.- Cada comunidad
que forma parte del Estado español, puede ser una entidad cultural, pero no más allá
de las atribuciones que legalmente le da la Constitución.- No puede ser que con
su palabra cada cual signifique lo que a éi le de la gana.-
Pedro Sánchez vuelve
con su estado plurinacional, que ni él explica lo que significa, porque la soberanía
de España está en el conjunto del pueblo español y no en en una nación.- Hay políticos que enredando hacen llegar su voz
a sucesores.-