CAPÍTULO CXIII
HAY QUE IR A HAWARD A CRITICAR
A ESPAÑA
Se necesita mucha cara dura porcentaje de maldad y
bastante dosis de malas intenciones para criticar de esa manera al país donde
uno ha nacido y del que depende su futuro.-
Quiera o no, Señor Puigdemont, España es tu país y lo seguirá siendo por
los siglos de los siglos.- Pero el problema es más grave aún, es mentir contra
tu propio Estado, contra tu Gobierno, contra tu idiosincracia.- Es lo más repugnante y traidor que se le
puede ocurrir que en España no hay libertad de expresión, cuando todos los días estáis galleando los independentistas, alterando y enfangand0 la
convivencia.- Que no hay justicia
independiente, cuando estáis llevando la maledicencia a límites en los que la
justicia dice menos de lo que debiera.- Que el Gobierno español se niega a
hablar con un gobierno autónomo del mismo Estado, mentira sobre mentira.-
Que no se respeta la democracia, como si tu supieras lo
que es y lo que significa democracia.- Comparas a España con la Turquía de
Erdogan y que la Constitución autoriza al Ejército a actuar contra los
ciudadanos y el mal intencionado proceso independentista de Cataluña, y vas buscando
la garantía de unos derechos civiles que tu mismo estás atropellando a los ciudadanos
que no piensan como tú.- Te presentas como
un Martin Lutero King que vela por los catalanes a los que explotas con el tres
o más, ante la falta de reconocimiento del Estado español del que forman parte los
citados catalanes a los que haces referencia.-
Dice que Cataluña se mantendrá dentro de la UE, normal, porque
es una región de España.- Es lo más falso,
falsario y farsante a lo que puede recurrir un ser humano.- Un verdadero disparate envenenado con un emponzoñado
veneno de la soñada y disparatada independencia a lo que recurre lo más granado
de la maledicencia.- Hubo quienes, de los
pocos oyentes del espectáculo, que te rebatieron esas afirmaciones.
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