CAPÍTULO CLI
El barón de Montesquieu, Charles Louis de Secondat,
definió la división de poderes de un Estado, que se definían en tres: el
legislativo que hace las leyes; las corrige y las deroga las que están hechas.-
El Ejecutivo, que hace la paz o la guerra; establece la seguridad y previene
las invasiones.- El judicial, que castiga los crímenes y decide las contiendas
de los particulares.- Hace más de doscientos cincuenta años que Montesquieu definió la esencia de un Estado democrático.- Desde entonces han salido infinidad de criminales
y bárbaros para acabar con esa filosofía de Montesquieu, unos en nombre de valores
superiores, otros en nombre de las razas, y otros en nombre de la clase social,
del pueblo, de las nacionalidades, etc, es decir, cada cual arrimando el ascua a
su sardina política.-
Como ahora estamos en tiempos de cambios, de quitar lo antiguo
para agarrarse a lo moderno, de quita eso de la oposición, como los callejeros,
las estatuas, etc, y poner los símbolos ideológicos de los de turno.- Lo que se
llama cambios políticos que cambian las cosas, las economías, las mentes sociales,
como una visión ideológica.- Para que hablen
del sistema franquista los advenedizos cambiantes.- La desvergüenza con la que actúan
algunos en la política es lo que favorece desavenencias y enemistades, a veces hasta
a nivel familiar, no solo social.- Algunos con sistemas de derribo del edificio
Institucional y mandar la Constitución al horno crematorio, como a los difuntos.