miércoles, 5 de abril de 2017

ESPAÑA QUEBRADA


CAPÍTULO   CXIX

El primer paso hacia la tiranía consiste en someter las leyes a la ley del capricho.-  Exigir que los juece se hagan los tontos, que miren para otro lado igual que a la policía y que los ´´bódalos´´ se vayan de rositas cuando hacen fechorías o abusan de los ciudadanos, es dinamitar la base del Estado de Derecho, el imperio de la ley y la división de poderes.-  El poder legislativo corresponde al Parlamento y no a los jueces, pero no a la opinión pública presionando al poder judicial y al Ejecutivo en sesión continua de las redes sociales.-  La texis puede aplicarse  al Código Penal.- Si se le sincroniza con la volubilidad de la calle, terminaremos en la ley de Lynch, el poder es la calle.- Pero la parsimonia legal permite la reflexión, La previsión de las opiniones minoritarias, la previsión de las consecuencias y, sobre todo, el enfriamiento de las fiebres populistas.-  Es el primer paso de una sociedad hacia la tiranía, no es ni más ni menos que someter la ley a la voluntad del capricho populista y dictatorial.-
El poder de las redes sociales es inmenso, donde entran seres sin escrúpulos ni sentimientos y recurren a lo más bajo que puede llegar un ser humano.-  Cuando la ley asoma con su poderosa razón de defensa ciudadana y el bienestar social, que es la razón para la que existe, entre otras defensas de los derechos humanos y de sus bienes, ahí están los populismos con su defensa ``boda lomena``.-
El populismo avanza a nivel mundial y, los que tengan la dicha o la desdicha de contemplar su poderío, en un futuro más o menos lejano, podrán escribir la segunda Historia Universal.-  La que hoy conocemos se reduce a los acontecimientos y vivencias de los tiempos pasados, en los que ya no creen las nuevas generaciones, ni respetan ni acatan ni sirven.



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