CAPÍTULO CLIV
El radicalismo de este país tiene los pies en el aire y
la cabeza en la tierra.- Se ha empeñado en que hay que sacar a un partido del
poder, al que ha sacado a España del abismo económico, precisamente del que el
radicalismo lo empujaron y lo hundieron, entre una amalgama de partidos radicales y España y sus ciudadanos han padecido y aún queda, las consecuencias
económicas.- Los partidos no son sus dirigentes, son los ciudadanos que los
suben al poder.- En vez de pedir
‘’sacamos’’, por qué no piden elecciones generales y que sean los ciudadanos
los que den el poder para gobernar, honradamente y sin reunión de golferias.-
En dos mil once, la reunión de presuntos progres, cuyo proyecto
fue el caos económico y social, mandaron a los ciudadanos a conformar un Gobierno
capaz de sacar a España del abismo económico que el progresismo lo empujó, y con
mayoría absoluta de las que en España se han dado pocas. Si vuelven a repetir la hazaña del presunto progresismo,
volverá España al limbo económico y social y de las posteriores elecciones generales
saldrá otra gran mayoría absoluta votada por los ciudadanos que han visto las orejas
al lobo del hambre.-
Siempre que ha gobernado el populismo, desde que existe la
democracia, la economía se ha hundido, la fábrica del paro se ha puesto en marcha,
el déficit ha subido sin rumbo, las necesidades sociales han aumentado y siempre
pagan los mismo, los pobres.
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