CAPÍTULO CLXXXVIV
Sánchez comienza despertando y recordando su sueño del
camino de La Moncloa.- El NO es NO y los buenos modales caballerescos, sin
insultos como es su lema, comienzan en
ponerse en marcha.- Se reúne con algunos
de sus mejores y promete que va hablar con los líderes que pueden apoyarlo para llegar a La Moncloa, meta rota
anteriormente y ahora con posibilidades que no se pueden dejar pasar.- Pretende hablar con los dos líderes de
Podemos y Ciudadanos, separadamente, con la propuesta de formar una mesa de
estudio sobre una presunta Moción de Censura al gobierno de Rajoy, para echarlo
de las instituciones.- Ese es el lema
desde hace años y cada vez que lo intentan encuentran mayores obstáculos, y, lo
que es peor, mayores miedos.-
Sí, para qué negarlo, porque un político de la categoría
de Mariano Rajoy, que ha pasado por todos los ministros de los gobiernos desde
hace cerca de cuarenta años, por algunas vicepresidencias y con siete años de
presidente de España.- Es difícil atacar a traición por oportunistas de ideas progres, sin programas que mejoren la situación nacional y social, nada más que
la de los que proponen el desatino.- El
progresismo se ha vivido y ahí están las
HEMEROTECAS.- Como quedó España económica y socialmente en mil novecientos
noventa y seis y en dos mil once, las dos únicas etapas progresista, con amalgama
de todas las presuntas fuerzas progres.-
Hay que tener en cuenta que la etapa segunda de la que llama
la izquierda derecha, mil novecientos noventa y seis, España en la ruina económica
y social, venida por gobiernos anteriores, en dos mil cuatro ya crecía por encima
de toda la Unión Europea, y hasta algo más del tres por ciento, lo que decían desde Europa ‘’EL MILAGRO DE ESPAÑA’’. Si
hablamos de la etapa progresista que terminó
en dos mil once, l ciudadanía tiene los resultados que les pasó económicamente.
Ruina total de la economía, hoy España vuelve a crecer por encima de Europa, a pesar
de los palos en las ruedas y de las mociones de censura, de los desprecios, de las
críticas y de las ‘’decencia’’ de Sánchez.
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