jueves, 29 de junio de 2017

ESPAÑA QUEBRADA



CAPITULO   CLXXXVVVII

Hoy se celebran los cuarenta años de las primeras elecciones  españolas después de los cuarenta años de dictadura, aunque en realidad fueron el día quince de junio de mil novecientos setenta  y siete.- Parece que se olvidaron de invitar al Rey Emérito-   Pero no invitar a Su Majestad al acto más relevante dentro de la conmemoración de los cuarenta años de la Democracia es como si no se invitara a Napoleón, en su caso, a la conmemoración de la batalla de Austerlitz.-  Es como borrar los protocolos de la Historia de España.-  Su sugerencia es el olvido de la presencia de quien construyo en su día una Monarquía Constitucional, en las circunstancias y con los problemas políticos y económicos que existían en determinadas circunstancias.-
 Los españoles que pasaron  de la dictadura a la Democracia, comprobaron, como dijo Santiago Carrillo en aquella época y circunstancias, que Adolfo Suárez, con el apoyo del Rey, cambió España de una dictadura a una Democracia sin pegar un solo tiro.-  Nadie se lo podrá creer y menos que el partido Comunista fuera legalizado.-  Adolfo Suárez reunió a los altos mandos militares y les dijo que el partido Comunista había sido legalizado, porque lo que estaba en la calle era mejor legal que ilegal.-  Ahora me pueden ustedes fusilar si quieren.-  Y Su Majestad que fue el promotor de todos los eventos que cambiaron España, se olvidaron de invitar y homenajearlo, tal vez por muchas cosas.-
El Rey fué el vértice del concenso para las dos Españas, para restaurar las libertades, y abdicó por hablarle a una rubia y dispar a un elefante.-  Es que el Parlamento ahora es, no una caja de sorpresas, si una caja de grillos, cada uno con su sonido, por no decir cada loco con su tema y como ya está dicho, vale.-  Quien sabe si el problema de la no invitación a Su Majestad al Rey Emérito anda con sonidos insolidarios de algunos tocadores  deseosos de afinar sus desafinados, tremebundos  y viejos instrumentos.-  Que de todo tiene la viña del señor, menos la educación y cortesía de convivencia.


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