CAPÍTULO
LXI
PRETENDER SUBIR ALTO, PUEDE ROMPERSE EN LA CAIDA
De nada
han servido los paseos por la cuesta de San Jerónimo, con el riesgo tan resbaladizo
de una caída, pero con el propósito de presumir de amigos y el
presuntamente de la conquista de
ayuditas abstencionistas.- Pero engañar
a los que se pretende sean amigos, parece un poco arriesgado.- Solo hay que darle lo que le pertenece en un
próximo gobierno con muy pocos menos escaños que el prometido a presidente.
En la
investidura solo se le ocurrieron presuntas majaderías.- Lo único serio y cierto es que hay que echar
al Partido Popular del poder.- Contumaz inocencia,
ciertamente en todos los componentes del Pacto del Tinell.- El Partido Popular no sería ni estaría en el poder
sin sus votantes, sin esos ciudadanos que le han votado, sin el respaldo social
que en ocasiones de fracasos progresistas ha enderezado la economía.-
Las agresiones,
que haberlas haylas, los insultos, los desprecios, los deseos de que desaparezcan
del mapa político, las acusaciones del tú más, que todos tienen lo suyo en la mochila
política que llevan a cuestas y la ciudadanía no es tonta, todo inútil.-
Solo demuestra
el poco talento y talante de quienes no saben, no quieren, no son dignos; pero demuestran quienes son, aireando calumniosamente.-
El quítate tú que me ponga yo a costa de
todo vale, solo los ciudadanos son los señores.
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