martes, 8 de marzo de 2016

ESPAÑA INGOBEERNABLE


CAPITILO  XXIII
EL TEATRILLO POLITICO
Después de las dos tentativas del representante socialista para sentarse en el sillón de La Moncloa, los votos para la investidura no llegaron más allá de ciento treinta y uno, que hasta los ciento setenta y seis la cosa está muy fría.-  La solución bastante alarmante está en los ciudadanos que piden a gritos algo real, algo económico, algo sensato. Algo que no haga retroceder a España a los tiempos de Zapatero, de cuya crisis aún no hemos salido.-  Solo se les ocurre hablar de sillones, de progresistas de gobiernos de progreso, de cambio.-
En Los mil novecientos ochenta y dos tuvimos un cambio progresista y por entonces no había nadie parado en España, porque estaba el Empleo Comunitario y todo el que quería trabajar – que no son todos – tenian
 trabajo diario y con el privilegio nacional de que los fondos públicos, que son del pueblo, revertían en beneficio del mismo pueblo y hasta en las capas sociales más desfavorecidas por la fortuna.-
Se asfaltaban calles, saneando darros, cometidas de aguas en calles donde vivian familias pobres.-  Barrios enteros en las ciudades recibieron agua potable, darros, asfalto, aceras y barrios decentes donde se podía vivir humanamente.-  Se hicieron plazas públicas con arboledas, bibliotecas, caminos asfaltados a bastantes anejos donde no se podía caminar sin meterse de barro hasta las rodillas.-  Donde no había aguas suficientes se sacaron de las entrañas de la tierra y se llevaron  a pueblos barriadas y anejos.-  El Empleo comunitario de los años de Adolfo Suárez fue la salvación de dos cosas, el paro y el desarrollo a los pobres.-   Los progresistas derogaron la ley de Empleo Comunitario y a crecer el paro.

Por eso los pobres, los obreros, los pensionistas de setecientos euros mensuales, los que no podemos vivir  sin masticar chicle. A la voz de progreso, progresismo, cambios de progreso, cambio de sillones e insultos que demuestran la prepotencia y el carácter de quién los pronuncia y el desprecio a los que no lo votan.-  Ha sido curioso y muy ilustrativo que dice en televisión que no pactarán con el PP, lo represente quien lo represente, Rajoy u Otro, un socialista de los de pro.-  Y de Sánchez no hablemos, solo rezar.-  Su gran humanidad la lleva en el rostro y de él se espera la salvación de España. Tercera etapa, si llega a producirse, del progresismo español, el que ya estamos añorando.

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