CAPÍTULO XXIV
BIENVENIDO
EL PROGRESISMOS, QUE NO AL PRORESO
Desde tiempos inmemoriales, cuando aún
no existía la llamada democracia, la
atracción del poder de sentarse en el sillón de la presidencia del gobierno ha
sido tan extremadamente fuerte que en tiempos se llegaron a los asesinatos,
según cuenta la Historia.- Buscando en las
Hemerotecas se encuentran cosas curiosas relacionadas con los tiempos
modernos.-
Hubo allá por los tiempos de las Cortes
entre mil novecientos tres y mil
novecientos veintiuno un presidente de las Cortes llamado Antonio Maura,
un liberal bastante odiado por la izquierda.-
Viene al caso respecto al odio a Mariano Rajoy, que ha llevado al partido a la social democracia, pero lejos
de la izquierda radical de los partitos englobados en el empeño de llevar a
España al caos económico y social que acabó destruyendo en dos mil once la economía
española para una docena de años, al menos.- Cuenta la Historia que en uno de sus discursos en el Congreso de los
Diputados el presidente Antonio Maura, fue amenazado por el diputado Pablo
Iglesias.- Nosotros , dijo, llegaremos hasta el extremo de considerar que entes
de que su señoría llegue al poder, debemos ir hasta el atentado personal.- Naturalmente son cosas que se dicen en
política sin ningunas consecuencias reales.- Nadie en su sentido común podía
hacer bueno que fuera realista.- No
obstante , tiempo más tarde Antonio Maura se libro de un brutal atentado de
puro milagro.- Tal vez fue casualidad.-
Se recuerda que estos episodios se
pueden buscar en el diario de sesiones, en la páginas 439 y 443 del siete de
julio de mil novecientos diez.- Su
atentado fue una de esas suertes que la suerte depara en ocasiones.- Sin embargo, tuvieron menos suerte como Cánovas
del Catillo en mil ochocientos ochenta y siete y José Méndez en mil novecientos
noventa y dos.- O como el líder de la derecha
española, José Antonio Calvo Sotelo, que fue asesinado el trece de julio de mil
novecientos treinta y seis, presuntamente y por malas acusaciones fue sacado de
su casa por las Fuerzas de Orden Público montado en una camioneta Pública y llevado al cementerio de la Almudena
cocido a balazos como delincuente. Casualidad.
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