martes, 8 de marzo de 2016

ESPAÑA I,NGOBERNABLE

                                                           CAPÍTULO  XXIV

BIENVENIDO EL PROGRESISMOS, QUE NO AL PRORESO
Desde tiempos inmemoriales, cuando aún no existía la llamada democracia,  la atracción del poder de sentarse en el sillón de la presidencia del gobierno ha sido tan extremadamente fuerte que en tiempos se llegaron a los asesinatos, según cuenta la Historia.-  Buscando en las Hemerotecas se encuentran cosas curiosas relacionadas con los tiempos modernos.-

Hubo allá por los tiempos de las Cortes entre mil  novecientos tres y  mil  novecientos veintiuno un presidente de las Cortes llamado Antonio Maura, un liberal bastante odiado por la izquierda.-  Viene al caso respecto al odio a Mariano Rajoy, que ha llevado  al partido a la social democracia, pero lejos de la izquierda radical de los partitos englobados en el empeño de llevar a España al caos económico y social que acabó destruyendo en dos mil once la economía española para una docena de años, al menos.- Cuenta la Historia que  en uno de sus discursos en el Congreso de los Diputados el presidente Antonio Maura, fue amenazado por el diputado Pablo Iglesias.- Nosotros , dijo, llegaremos hasta el extremo de considerar que entes de que su señoría llegue al poder, debemos ir hasta el atentado personal.-  Naturalmente son cosas que se dicen en política sin ningunas consecuencias reales.- Nadie en su sentido común podía hacer bueno que fuera realista.-  No obstante , tiempo más tarde Antonio Maura se libro de un brutal atentado de puro milagro.-  Tal vez fue casualidad.-
Se recuerda que estos episodios se pueden buscar en el diario de sesiones, en la páginas 439 y 443 del siete de julio de mil novecientos diez.-  Su atentado fue una de esas suertes que la suerte depara en ocasiones.-  Sin embargo, tuvieron menos suerte como Cánovas del Catillo en mil ochocientos ochenta y siete y José Méndez en mil novecientos noventa y dos.-  O como el líder de la derecha española, José Antonio Calvo Sotelo, que fue asesinado el trece de julio de mil novecientos treinta y seis, presuntamente y por malas acusaciones fue sacado de su casa por las Fuerzas de Orden Público montado en una camioneta  Pública y llevado al cementerio de la Almudena cocido a balazos como delincuente. Casualidad.

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