ESPAÑA INGOBERNABLE

CAPÍTILO XXXVII

TODOS LOS APEROS DEL CORTIJO QUEDAN EN FAMILIA

LA CAJA DE PANDORA DE LA PRESCRIPCIÓN. MÁLAGA HOY, 20-03-16

Dice eL periódico que hubo lentitud judicial, por lo que presuntamente existen prescripciones de los ERE.-  No termina en las doce prescripciones acordada por la juez Bolaños, según la Prensa seguirán muchas más.-  Tal vez por la lentitud de las instrucciones, aunque el auto del día nueve abre la Caja de Pandora (09-03-16) de las prescripciones de los ERE fraudulentos.-  La sesión séptima de la Audiencia de Sevilla ha prescrito los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos al haber transcurrido diez años

Desde el principio de la instrucción se aireaba en los vientos sureños una amenaza de vendaval, que por suerte las predicciones alguna vez aciertan.- Es posible que las prescripciones continúen, ya que desde dos mil uno que se comienzan las tramitaciones ha llovido algo y los vientos se convierten en vendavales.-

No obstante conectan con el hecho de que el propio Tribunal Supremo de la Junta de Andalucía (TSJA) ha cifrado en cuatro años, a partir de de los cuales, las ayudas declaradas nulas no tendrán que ser devueltas sean de cualquier cuantía.-  Es posible que la imposibilidad que tiene la Justicia Española en instruir macrocausas elefantiásicas bajo la absoleta legislación procesal vigente, con las medidas que el sistema pone a su disposición.-  La situación sea la de dejar sin penalizar a los malversores

La juez incorpora a las empresas a los casos, lo que de ningún modo garantiza la devolución del dinero.-  Yo escuche a una persona que decían que era ministra,  que el dinero público no era de nadie y, si eso es así, tratándose de dinero público, es de decir de nadie, por qué hay que devolverlo.-

 Lo más sensato es repartírselo como familia, en buena armonía y sin acusaciones de mal gusto, porque siempre suele ocurrir que el que se mueve no sale en la foto, que a algunos ya les ha ocurrido y ahora se quejan cuando ya es tarde.-  Quien manda a pagar, manda a no moverse del puesto que se le tiene asignado ante la cámara y, como dice el refrán, a boquita cerrada no entran moscas.-