CAPÍTULO XXXVIV
EL TERROR DEL ‘’IS’’ GOLPEA EN
BRUSELAS-EL MUNDO-22-03-16
La invasión de Europa es un hecho
constatado y golpeado en varios de sus países asociados.- Asia se está vaciando poco a poco hacia la
zona SCHENGEN, invadiendo territorios, voluntades, incluyendo hábitos ya
desechados en este Continente por perteneciente a los tiempos de las
cavernas.- Dos razas diferentes, dos
costumbres distintas; una estática en el pasado, otra evolucionando y en pleno
desarrollo económico, industrial y civilizado.-
Incompatibles el desarrollo, y subdesarrollo.
Dos atentados, ahora en Bruselas, uno en
el aeropuerto y el otro en la estación central del metro de Bruselas, con el
resultado hasta lo que se conoce hasta la fecha, de treinta y cuatro muertos y
alrededor de doscientos heridos.- Una
cadena de explosivos en el aeropuerto y el metro han cometido el más
endemoniado y criminal atentado humano, parecido al que ocurrió en dos mil
cuatro en España. El móvil parece
distinto, ya que en España se trataba de un presunto golpe de Estado.-
El IS reivindica el criminal atentado y
parece recrearse en decir: y lo que os espera.-
La ola de explosiones y atentados que han sacudido la ciudad Belga
significa que en la zona SCHEGEN existe una muy extendida y bien situada
estratégica terrorista de semejante trama destructiva.- No basta con los medios policiales, que son
bastante controlables por las diferentes tramas guerrilleras asesinas.- Se necesitan leyes tan radicales como los hechos que hay que
juzgar cuando se descubran.-
Todos los brotes de la naturaleza tienen
un tiempo en el que las raíces no están
lo suficientemente fuertes y enraizadas y son débiles a los poderosos medios
con los que se pueden combatir.- Sin
embargo si las raíces se afirman, extienden, y encuentran tierra abonada, la
lucha entre el bien y el mal de la naturaleza es larga, costosa, dolorosa y difícil.
Las dos explosiones en el aeropuerto de Zaventem
y una en la estación de Meelbeek, han hecho tanto daño humano y material, y ha cundido
tanto y tan enormemente el pánico, que es difícil de describir sin haberlo vivido.-
Nuestro sentimiento a los fallecidos y el
gran valor para aquellos que de una forma u otra han padecido la atrocidad de los
criminales hechos, en cualquiera de sus formas atroces.-
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