CAPÍTULO XX
EL
GALLINERO QUEBRADO
El gallinero, en que se convierten los
acuerdos políticos para reformar la Constitución hace inviable; pero
completamente, en estos momentos de la Historia de España, meter la tijera para
enderezar cualquier entuerto a la Ley de Leyes que fue acordada en mil
novecientos setenta y ocho por concenso político entre todas las fuerzas políticas
del momento.- El abanico de voces sin
sentido unísono ni sentido común, hace, no que las dos Españas se pongan de
acuerdo, que eso está claro de antemano, si no que el gallinero llegue a un
consenso con sentido común pensando en el bienestar de los españoles en general
para seguir dándonos las buenas noches.-
A los populismos emergentes se lo han
dado todo hecho, en mano, en plato, sin esfuerzo, sin trabajo, sin sentido del
deber, y, a la voz del gallo que cante pervirtiendo el gallinero, se arma la
‘’marimorena’’. Cada cual con su pito
particular y música propia, y la Historia camina, como siempre, hacía el
mismo fin, hacia el enfrentamiento, hacia la división de opiniones, hacia el
abandono de la unión, e incluso familiar que eso sí es delicado, hacia el
enfrentamiento de hermanos contra hermanos, de padres contra hijos y
viceversa.-
En su día, saliendo de una dictadura en
la que media España se sentía cómoda y la otra media protestando, hubo el
primer acuerdo de la Historia, ‘’La Transición’’, para tratar de vivir en paz,
en democracia, en convivencia, en familia, en concordia con vecinos y
amigos.- Qué poco tiempo ha durado
aquello que dijo Santiago Carrillo: ‘’La Transición sin pegar un solo tiro’’.
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