CAPÍTULO IV
SÁNCHEZ,
NO TE ENFADES, TRANQUILO Y A POR TODAS
Sánchez en Évola se queja de una
campaña de descrédito contra su persona para laminar un Gobierno de izquierdas,
pero lo que comenzó a funcionar fue la libertad de Prensa.- La libertad, esa que la radicalidad no quiere
que hable.- Al parecer, no fue la
conspiración contra un progreso que todos los españoles deseamos, si no contra
un presunto retroceso al que los españoles tienen miedo.- De eso miedo a un
presunto retroceso los españoles votan en conciencia, y de ese voto en
conciencia, unos partidos retroceden en escaños y votos y otros partidos crecen,
aún lentamente, pero crecerán más.-
Los viejos políticos te pueden
asesorar.- Nadie nace sabiendo y por eso
están los centros de enseñanza y Universidades.- Pero existe un centro de aprendizaje que solo
se accede con los años.- Se llama la
experiencia.- He ahí el que olvida eso
por qué fracasa.- Un batiburrillo
político como el que se constituyó en dos mil cuatro, tenía sus días contados y
duró más tiempo, hasta dos mil once, porque en dos mil cuatro estaban las arcas
públicas llenas, heredadas del enemigo.-
Sánchez, como presunto candidato a la
presidencia de España, tiene que coincidir sus ideas con la ciudadanía
trabajadora y no con las algaradas callejeras de marchas y rodeos que solo
entorpecen el desarrollo económico, la libertad y la paz.- Solo es lo que los ciudadanos rezan o piden a
sus gobiernos, de lo que se deduce que unos partidos crecen en escaños y otros
merman.- La economía de un país y la paz
social está reñida con la calle y con las algaradas, de ahí los votos.-
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