CAPÍTULO C C X X C I
AQUELLOS
TIEMPOS DEL 23-F.- ABC-23-02-91-
Estamos a pocos días de los
quince años del 23-F.- Aquella voz de,
¡todos al suelo¡, dada por los Padres de la Patria, que excepto Gutiérrez
Mellado, Carrillo y Suárez, todos mordieron el suelo, que era la forma de escribir
una página de la historia.- Felipe
González al tirarse al suelo, sin trampa ni cartón, cayó encima de Alfonso
Guerra.- Uno de los hombres más
vociferantes del Parlamento, que era Fernando Sagaseta, dicen que se dio un
golpe en la nariz al arrojarse al suelo con inusitada rapidez.- Los hay que empiezan a rezar, como el señor
Bandrés y Herrero de Miñón, que se acuerdan de Gabriel Aramburú, sacerdote de
la Congregación del Verbo Divino.- En ese momento se acuerda cualquiera hasta
de la madre de Tejero.
El señor Suárez, entonces
presidente del Gobierno, no para de fumar como si fuera un carretero, y allí en
medio del Hemiciclo los tres, Tejero pistola en mano, Gutiérrez Mellado que lo
quiso doblegar Tejero cogiéndolo del pescuezo o más bien quiso ahogarlo, pero
un hombre militar que no doblegó su
dignidad de máximo representante del cuerpo, y Aldolfo Suárez, presidente del
Gobierno sin ceder en las pretensiones del jefe del comando Tejero, de tirarse
al suelo.-
En el rostro de numerosos
parlamentarios se refleja el pánico, como los que viven los últimos minutos de
su vida.- Mientras tanto, don Manuel
Fraga, hombre de poca paciencia, se levanta del asiento y dice que es una
situación insostenible y que él se marcha a su casa.- Pero Tejero amenaza e indica que se siente y
entonces Fraga se desabrocha la camisa e indica que allí está su pecho para que
le disparen.- Fue un momento de
tensión, en el que algunos se creyeron que iba a empezar la fiesta con ‘tracas’
disparadas.-
Fernando Abril Martorell
presta atención a un transitor que nadie sabe de dónde ha salido
clandestinamente, y no se da cuenta de que ha subido la voz demasiado, hasta
que alguien se lo advierte por bajines y le dice que nos estás comprometiendo y
se puede enfadar Tejero.-
Antonio Fontán, al tirarse al suelo cae
encima de la guapa Carmela García Moreno, y no se sabe si por encontrarse bien
o por miedo, no se atreve a ‘coscarse’ los veinte minutos exigidos por los
asaltantes al Congreso.- No obstante,
cuando ha pasado todo, dice Carmela que Antonio se portó como un verdadero
caballero.- Aun que hace tiempo, los
hay que sienten que los padres de la Patria no estuvieron a la altura de las
circunstancias.- He ahí el señor Fraga
Iribarne le echó valor al toro y dijo que lo que iba a ser empeñado, pues
vendido de una vez, y aquí está este ‘tío’ dispuesto a morir por la Patria.-
El padre de Tejero estaba
echando una partida de cartas en su Málaga, cuando dijeron que había tiros en
el Congreso y el hombre dijo: ¡Ese es mi Antoñito¡.- Ahí lo tienen ustedes.- Los hubo que tuvieron que ir al baño.- ¡Vaya
lío¡. Y todo para qué, para nada.- Engañaron a Antoñito y salió perdiendo con tener
que abandonar el hemiciclo de las Cortes y deshacer el golpe, porque el golpe
se lo dio él al trullo.
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