ANDALUCES
LEVANTAOS
Con la juez sevillana que
lleva el problema de los ERE (corrupción) del socialismo andaluz, los llamados
de reptiles, están atacando a la señora
Mercedes Alaya como hicieron con el magistrado Marino Barbero cuando en
aquellas legislaturas de Felipón, hombre al fin y al cabo honrado cumpliendo
con su deber de representante de la
justicia.- Y es que tocarle los cajones
a los políticos es una injusticia según ellos.-
Los sueños de la SOE son bien conocidos desde todos los tiempos y el
magistrado Marino Barbero quiso aclarar las cosas que no estaba dentro de la
legalidad.- ¡Ojo, Mercedes Alaya.-
A la juez sevillana,
señora Alaya, le andan poniendo tantas trabas y palos a las ruedas de su
carrito, aunque aún no han tocado las cuestiones de las injurias, en las que
hay grandiosos políticos especialistas que ya llevan en el haber de sus
mochilas historias que ponen los pelos de punta a los calvos.- Portavoces de gobiernos y más tarde ministros
y portavoces, que no les mueve la conciencia de tapar tanto estercolero político
en aras de mantenerse en el poder.-
Las canalladas que se
hicieron a Marino Barbero, que se empeñó en descubrir la verdad de los corruptos
políticos que habían metido las manos y los pies en la economía pública
española, fueron tan duras que la costó la vida al honrado magistrado, después
de desacreditarlo, injuriarlo,
vilipendiarlo ponerlo a los pies de los caballos.- A veces se pregunta uno si vivirán con la
conciencia tranquila con tanta historia de agravios a seres humanos,
arrastrando basura a todo a los que se antepongan a los planes corruptos en los
que están metidos.-
Entre sindicatos
presuntamente corruptos y los ERE más que cocodrilos, tal vez le saquen algún
día, como a Marino Barbero, cantidad de mentiras e injusticias, para
desacreditarla, que sería una pena, como lo fue con el Magistrado, por su
honradez en el cargo de la profesión a la que se dedica.- El nido de corruptos que existen en la
sociedad española, sobre todo en los que se dedican a la vida pública y tocan
con sus sucias manos el dinero que es de todos, pero que dijo una ministra de
izquierdas que no era de nadie y por eso se lo adjudicaban.
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