sábado, 26 de diciembre de 2015

MARIANO RAJOY PRESIDENTE


 

 

                                                    LOS ARCHIVOS DE UGT

                          A Laureano Conde, secretario general de los trabajadores sevillanos lo ha despedido la central sindical acusándolo de haber borrado cerca de dos mil ficheros informáticos, donde se supone que estaban las facturas que ha de presentar la central sindical para justificar las subvenciones.-  De alguna forma hay que justificar que las facturas se perdieron.-  Qué casualidad que siempre que hay que justificar facturas de realidades, entra la enfermedad de los borrados, de las termitas, de los robos de documentos, e incluso en algún juzgado, o departamento en Administración Local o central hay alguna pérdida de documentos

                           Laureano Conde fue la enfermedad del borrado, porque de alguna forma hay que justificar unas facturas que no tienen justificación o que no existen en fórmula y forma.-  El hombre que le han destrozado su vida laboral y de alguna forma su honor, se queja y con razón.-  UGT ahora dice que no puede aclarar las irregularidades en los fondos públicos.-   Los fondos públicos están tan hondos, que igual andan en las colecciones de mariscos, hoteles de gran lujo, juergas, comilonas y grandes reuniones de amigotes y amigotas.- No jodáis a UGT

                         El señor Conde dice que él no es culpable de ningún borrado, que eso, además, está en los ficheros informáticos de un servidor al que nadie tiene acceso, salvo la empresa de mantenimiento.-  Por tanto se considera una burda mentira, utilizarlo a él como cabeza de turco, para tapar unas que no encuentran tapadera.-  Se están sacrificando cientos de trabajadores que no son muy cómodos, limpieza étnica para sanear los servicios.-  Como decía Guerra, el que se mueve no sale en la foto y, sin lugar a dudas, a estas alturas ya se sabe quiénes se mueven y quiénes permanecen firmes ante la adversidad.-

                          De cualquier forma, la juez Mercedes Alaya, aún con las trampas y palos en las ruedas al carrillo, llegará al final de su camino en la silla de la jueza, porque la justicia será lenta, pero es inexorable e incansable.- Los medios avanzan en sus descubrimientos y solo son desmentidos.- Demanda a los medios, si es una acusación a los honrados administradores de fondos públicos llamados subvenciones.  Pero no, a la jueza le llegarán los castigos como a Mariano Barbero.

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