MARIANO RAJOY PRESIDENTE

                                   LA ESPANTADA DE LOS ERES

                La juez Mercedes Alaya está recibiendo muchas críticas de la izquierda por el caso de los ERE FRAUDULENTOS, cuando las imputaciones están alcanzando nombramientos alarmantes para los gobernantes socialistas en el poder de Andalucía llevan más de treinta años.-  E incluso el partido socialista acusa a la juez Alaya de abrir una causa general contra la JUNTA de Andalucía.-  Están demostrando con sus acusaciones a la juez, que son ellos los que están  hasta las cejas en el ‘’ajo’’.-  La imputación de la ex consejera de la Junta, Magdalena Alvarez, ha  desatado algunas quejas sorprendentes.- 

                  Al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ex consejero de Hacienda también de la Junta de Andalucía en los tiempos de Manuel Chaves en el poder, le han cambiado el paso, le ha afectado el problema del Fondo de Reptiles, como él mismo ha reconocido en conversaciones a los medios.-  Pero otros tendrán peores resultados, porque él, según dice, irá al Senado: no sé por la regla de tres que será, eso de salir de un puesto político en el que el carrito del helado se le derrite y esconderse en otro puesto político donde la justicia tiene sus limitaciones por ser aforado.- Que el chollo de aforado es un privilegio.-

                Altos cargos socialista de la Junta y ex altos cargos, tienen las imputaciones, que a muchos les tomarán declaración después de las vacaciones de agosto, con la incorporación de la juez Alaya a su trabajo en Septiembre.-  La imputación no significa acusación o condena.-  La hoy vicepresidenta de un Banco de la Unión Europea, Magdalena Alvarez, imputada en el caso del Fondo de Reptiles, como le llaman a los ERE fraudulentos, ha caído como una bomba en el partido, pero hay que reconocer que fue Consejera de Hacienda en la Junta de Andalucía.

                    En cualquier caso, esto ha demostrado que donde gobierna la izquierda pasa exactamente igual que en la Guerra Civil del treinta y seis,  por los pueblos y ciudades por donde pasaban las izquierdas, parecía que había pasado la langosta.-  Y esto no es una crítica sin conocimiento de causa, sino unas vivencias personales, que por desgracia yo ví, sufrí y padecí durante la Guerra Civil.-