CATALUÑA ES ESPAÑA
Por más que
se empeñen los componentes políticos partidarios de engañar a los ciudadanos,
con la demagogia utópica del cuanto de la lechera, lo único que están
consiguiendo es que España desprecie a tales políticos, mentirosos, demagogos y
dañinos para la sociedad.- Lo demuestra
la cantidad de familias que dejan de llamarse y visitarse por estar divididas
ante el tema de secesión sí o secesión no.-
La cantidad de matrimonios que discuten y se amenazan entre sí con el
divorcio, y en la juventud, las parejas se deshacen y buscan afinidades
alejadas de las demagogias secesionistas.-
Al
presidente del Gobierno del Estado español, pese a su disposición permanente de
diálogo con los insultantes, con los antiespañoles, parece que también se le
han hinchado las narices de aguantar tanta desobediencia e insultos, mentiras,
falsedades y acusaciones falsas, que ya da algún puñetazo en la mesa.- El otro día, según se puede leer en Libertad
Digital del ocho de octubre de dos mil trece, refiriéndose a tantos perjuicios
y agravios de los partidos secesionistas, Don Mariano pareció explotar en el
Senado.-
Los
catalanes en general tienen que saber que los están engañando, especialmente
con las proclamas de Arturo.- No se
dedica a gobernar, si no a lamentarse, acusando, mintiendo, acusando de que los
roban, y esa demagogia es tan fisticia que se cae de puro engaño.- Cataluña ya no es lo que fue, porque los
políticos que la han gobernado la han empeñado, la han explotado, la han
corrompido, la han convertido en una reliquia de lo que antaño fue.-
Rajoy ha
dicho que exponen muchos perjuicios y pocas razones.- Los improperios de CIU, en boca de José Luis
Cleries, las injustas y demagógicas
acusaciones son la carta de presentación de sus falsedades.- Los Presupuestos Generales del Estado son
para todos los ciudadanos del Estado español y no para una casta que se cree
privilegiada concretamente.- Los
ciudadanos españoles son todos igual ante los Presupuestos y el indigno de
aquellos políticos que piden privilegios en desprestigio del resto de
ciudadanos del Estado.-
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