CAPÍTULO C L X X X
RESPETO
A LA JUSTICIA.- ABC-18-12-96-P.22
Aunque las refriegas entre
José Aranda y el titular del juzgado Central de la Audiencia Nacional, Javier
Gómez de Liaño, que al parecer son enemigos presuntamente irreconciliables
desde que este accedió al citado juzgado en sustitución de Carlos Bueren, no es
un ejemplo de buenos modales.-
De cualquier forma, no
debemos tomar los temas de la judicatura como si fueran broncas de vecinas, con
detrimento de la justicia.- Todos
estamos obligados a salvaguardar su prestigio, su honorabilidad y su alta
estima.- Si determinadas actuaciones
referidas a la Audiencia Nacional merecieran críticas y cesuras, los jueces y
fiscales es posible que puedan soportarlas con humildad, como titulares de uno
de los más altos poderes del Estado.-
Sin embargo, pasa de ‘castaño oscuro’ que las cuestiones de unos y de
otros azuzadas, que sólo son una serie de ignorantes integrales, permitan
juzgar a los expertos.-
Estas cosas que se dan a
diario, atacando a la justicia, quizás para pretender defenderse de la misma,
como está ocurriendo mas o menos a diario con los casos de la presunta
corrupción, no es de recibo.- La
justicia tiene un respeto, al que no se debe criticar.- Lo que pone en peligro la judicatura ,
expuesta al juicio irresponsable de quienes quieren defenderse de ella a base
de vilipendiarla, es que no tienen la más remota idea de lo que la
representación de la justicia se merece.-
Por encima de la anécdota
está la seriedad que es la que debe caracterizar el imperio de la Ley.- La sacralidad de ésta no es de recibo que se
vea sometida al dictamen caprichoso de los que se creen censores más o menos
improvisados que, sin el menor riego, absuelven o condenan con arreglo a su capricho y sin tener la
consideración de que cualquier crítica
dedicada a las más altas instancias de la judicatura, que puede poner en
peligro el Poder.-
Hay que tener en cuenta que
el Poder Judicial es garantia de honradez y ecuanimidad.- Es el respeto y el cumplimiento de las
leyes del país, para que los ciudadanos tengan la seguridad de ser repetados y
protegidos por las mismas.- Los jueces
y fiscales son seres humanos, como los demás, y que duda cabe que están
expuestos a toda clase de errores
.- No obstante, por encima de ellos
está el carácter inmaculado de la toga, que nadie tiene por qué juzgar
ignorantemente.-
Tal vez criticar las
actuaciones de un juez o de un fiscal puede ser lícito.- Lo que ya no es tan lícito es arremeter
contra la institución, porque es un atentado que deja inerme la capacidad de
unos y otros a la hora de impartir Justicia, que pueden verse vencidos por la
desmoralización de una censura sin legitimidad de ninguna clase que pueda
ocasionarles e intimidarles.- Seamos
justos, seamos concientes, seamos honrados, es lo único que nos puede llevar al
buen camino, si es que lo hubiésemos perdido por alguna casualidad ignorada.-
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