CAPÍTULO C C L X X X V I V
VAMOS DE
‘GOLPISTAS’.- BC-VIR-05-03-82-
En este país de nuestras desdichas no acabamos nunca, entre los
‘golpismos’ ahora en plena moda, que salen por todas partes, y los que no salen
los sospechamos, y los que no sospechamos los soñamos, tal como se están
presentando las cosas en estos tiempos de transición, en los que no acabamos de
transitar, porque los obstáculos en el camino lo impiden.-
Escribe el corresponsal de ABC que le pilló en el Congreso el día de
‘marras’, 23-F, , que si en vez de estar allí hubiese estado de puente en Albacete, por ejemplo, viendo, oyendo y
sintiendo lo que allí ocurría, con la sangre fría de seguir tomando notasen el bloc,
que es cosa de conservar como ‘paño’ en oro’, porque esto sólo se da una vez en
la vida y no se vuelve a repetir, cuando menos de la misma manera.- Periodista que no se tiró al suelo porque
no le dio la gana y que siguió tomando notas, todo a pesar de tener un guardia
civil apuntándome con un cetme y a un teniente coronel tejero delante, pistola
en mano y diciéndome que qué está pasando aquí.- Qué cosas se oyen.-
Pues aquí está pasando lo que usted está viendo.- Pues si no quiere tirarse al suelo, siga
tomando notas , pero diciendo la verdad.-
Ande, escriba, escriba.- Sin
embargo, si no hubiese asistido el jueves 23-F al Congreso, jamás me hubiese creído
y tendrá serias dudas de que el
23-F hubo un verdadero asalto armado a Parlamento,
con las armas apuntando a los parlamentarios, con la cara de miedo que casi
todos tenían, tirados en suelo, detrás de los escaños.- Algunos estarían rezando, otros estarían
acordándose de la mamá de Tejero, otros
esperando querido acabara para fumarse un cigarrillo, y todos con la
incertidumbre de a partir de ahora qué.-
Pero lo más curioso de este caso es que viendo lo que está pasando en el
juicio, lo menos que se tiene es preguntarse, qué es lo que están diciendo
tantos guardias civiles como pasan por el escenario de las declaraciones, que
todos son ciegos y sordos, según el retablo de cosas que se están oyendo.- Resulta que cuando les preguntan que si se
dispararon tiros, ninguno vio ni oyó tales cosas, de que se disparasen tiros en
el Hemiciclo, ninguno oyó que no se muevan las manitas porque se moverá esto
que tiene un cañón negro, oscuro y fúnebre.-
Tampoco nadie vio que Tejero zancadilleara al teniente general Gutiérrez
Mellado, que ninguno custodió a los líderes políticos encerrados en salas a
parte.- En fin, era de pena que tanto
agente de la Banemérita, días antes con vista de lince y oídos finísimos, en
esta vista estén tan estropeados de los principales sentidos.
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