CAPÍTULO L X X V
EL
EJÉRCITO TIENE UN SILENCIO EJEMPLAR.- ABC-17-09-91-P.16.
Ningún comentarista de Prensa, Radio o
Televisión, de los muchos que
en estos días dedican
sus columnas o espacios a analizar la peligrosa coyuntura que en estos momentos
vive España a cuenta del Sarampión independentista, va a dedicar su interés a
un colectivo que opta por callarse y que está escribiendo una página ejemplar
de nuestra historia, y es el Ejército.-
En los últimos cincuenta
años se ha hablado mucho de La ‘ley Azaña’, como un intento de sacrificar al
Ejército, colocarlo en la tesitura de su destrucción.- Ahora tienen que soportar una labor de zapa,
que poco a poco va minando los cimientos de la institución.- Una institución convertida , como consecuencia
de una campaña permanente orquestada, en objetivo de un odio visceral que , al
no tener argumentos para justificar sus acciones, inventan falsos privilegios y
absurdas circunstancias de hostilidad hacia la democracia.-
Como si en vez de garante
de la seguridad del Estado, fuera su
enemigo natural, siempre al asecho ara instaurar la dictadura de los
sables.- Atentos a esta campaña de
desprestigio, cuyo íntimo objetivo podría ser la desaparición total de las
Fuerzas Armadas, se ha llegado a actitudes esperpénticas; desde la de Eusko
Arkantasuna cuando exigió el procesamiento de dos capitanes generales por haber
defendido la unidad indisoluble de España.-
Hasta un señor Anasagasti, portavoz del PNV, quien ha declarado que a
los vascos les parece lamentable que la unidad de España la garantice el
Ejército.- Si no la garantizara el
Ejército iba a haber unidad , con un Gobierno socialista decidido a no perder ni un segundo
presuntamente en arbitrar fórmulas para
hacer frente a la situación más absurda y peligrosa de cuantas hemos vivido
desde su acceso al poder.-
En este clima de locura
colectiva -- río revuelto para ganancia de pescadores --, cuyos últimos coletazos son imprevisibles
para todos, soy consciente de los adjetivos irónicos y adversos con los que me
van a distinguir los paladines del progresismo, que se les oye hablar de la
construcción de Europa, al mismo tiempo se está destruyendo España.- Lamento de no estar de moda para pensar como en la Oda de Quintana, que
mi patria es eterna fuente de virtud en donde su inextinguible ardor beben los
buenos.- De cualquier forma, nadie me va a impedir expresar mi tributo de
admiración a unos hombres que, hartos de poner la otra mejilla a la intolerable
acción de los intolerantes, que están escribiendo con su silencio y disciplina
una página ejemplar de la Historia de España.-
Con la rabia contenida y el honor de quienes han jurado defender una
bandera hasta derramar la última gota de sangre.- Un cuerpo destinado a defender
la unidad de España y su bandera y honor, con su propia vida.
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