CAPÍTULO L X X
COMIENZOS DEL PARTIDO COMUNISTA EN ESPAÑA.- ABC--09-09-91-
El cuento del comunismo es
un cuento de ‘nunca acabar.- Cuando la
dictadura de Franco, se veían comunistas por todas partes, ahora en la
democracia a penas son notorios.- En
Sevilla se celebró el primer Congreso
del PC, a penas implantada la República en los años treinta que inició
la marginación del líder Bullejos y el ascenso del grupo sevillano de
ascendencia ácrata y sindical -- Díaz, Barreto y otros -- .-
Durante las dos legislaturas primeras
-- el bienio ‘rojo de Azaña y
azul de cedistas y radicales --, ya dio
la cara el PC, con un tanto revolucionario que no era el suyo, si no de los
socialistas y anarquistas: La revolución
de Asturias.- En las Cortes no tuvieron
más que un diputado, el doctor Bolívar, por Málaga.-
Pero Largo Caballero que
sentía complejo, como muchos
socialistas, temían pasar por tibios y
menos aficionados de Marx y envidiaban en los comunistas la autenticidad y el
respaldo de la URSS, “paraíso de los pobres” , se empeñó contra Azaña y los
moderados en darles puestos en las candidaturas del Frente Popular.- Sánchez Román abandonó por eso la
coalición.- Con Largo Caballero
aparecieron en el Congreso La Pasionaria
(enterrada como luchadora por las libertades), y una buena minoría que
empezó a pensar en los socialistas, que cuando Azaña ofreció el Gobierno al
nada comunista Indalecio Prieto, no se le autorizó a aceptar, es decir los
caballeristas no le daban sus votos para formar Gobierno.-
Después con la guerra y la
ayuda soviética -- previa la garantía del oro que presuntamente
fue a las arcas de Moscú, el PC se hizo el amo.- Durante todo el franquismo disfrutó el PC de
las ventajas de la exclusiva.- Todos
los días se descubría un complot de carácter comunista, así que parecía que
media España era comunista.- En una
reunión de prensa se le preguntó al ministro, que si tanto pesaban los
comunistas, y este no contestó.- Pero
en el libro de Ridruejo escrito en España, éste aseguraba no había encontrado
más de cuatro comunistas en un kilómetro a la redonda.-
Pero la gente pensaba que al día siguiente de desaparecer
el régimen franquista, íbamos a tener comunistas hasta en “la sopa”.- Pues se vino abajo a las primeras de
cambio.- Y Carrillo, más listo que un lince, conocía la
verdad de su exigüidad, pronto se avino
-- antes que los socialistas -- a
participar en lo que habría de venir.-
Reconoció al Rey y alzó la bandera
bicolor.- Después la aritmética
lo dejó en los huesos.- Felipe, que también
había sido víctima de la hinchazón, temía en ser un partido bisagra.- Pero desde el primer momento se vio que el
socialismo era la opción de recambio a la
UCD y que el comunismo era una
nómina a extinguir.- Y prácticamente está extinguida, salvo los que viven de
ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario