CAPÍTULO C C X X X V V I I I
A la una y quince minutos de a madrugada
del día veinte y cuatro de febrero de 1981, Su majestad e Rey tomó cartas en el
asunto y a través de Radio-Televisión Española, se ha dirigido al pueblo
español con las siguientes palabras :
Al dirigirme a todos los españoles, con
brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias que en estos
momentos estamos viviendo, ido a todos la mayor serenidad y confianza y les
hago saber que he cursado a los capitanes Generales de las regiones militares,
zonas marítimas y regiones aéreas la orden siguiente :
Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Congreso de
ls Diputados y para evitar cualquier posible
confusión, confirmo que he ordenado a las autoridades civiles y a las Juntas
de Jefes de Estado Mayor, que tomen todas
las medidas necesarias para para
mantener el orden constitucional, dentro de la legalidad vigente.- Hasta aquí toda la seguridad de estos
momentos.-
De momento, las palabras del Rey, unidas a la situación de serenidad de
las capitanías generales de las distintas regiones militares, que se han puesto al servicio del
Rey y de España, son los símbolos de la tranquilidad de los españoles.- Lo que no significa que haya una psicosis
general, es posible dure algún tiempo, hasta que se tenga la seguridad de que
todo ha pasado y, aunque no ha sido un sueño, solamente fue la iniciativa de
los inconformistas, fallida en su nacimiento.-
Cuialquier medida de carácter militar, que en cualquier momento hubiera
de tomarse, deberá contar con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado
Mayor.- En estos momentos de la
Historia de España, la corona, que es el símbolo de la unidad y permanencia y
unidad de la Patria, no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de
personas que quieran o puedan interrumpir por la fuerza, el proceso democrático
que la Constitución votada por la mayoría de los españoles, determinado en su
día a través de unReferéndum.-
El pueblo español, espectante y temeroso, ante los acontecimientos
ocurridos, se ha serenado un poco con las palabras de Su Majestad el Rey, que
como Jefe del Estado Español y capitán General de las Fuerzas Armadas, ha
dirigido al pueblo, contando de ante mano con el apoyo de las capitanías
generales de cada región, que se han puesto a las órdenes de su superior
jerárquico.-
Han sido muchas horas de desasosiego, de miedo, de incertidumbre y de
espera, las que los españoles han vivido, desde que ocurrieron los primeros
hechos en el Congreso de los Diputados con su secuestro por un grupo de
guardias civiles.- De vez en cuando, la
radio sólo transmitía marchas militares, lo que daba una sensación de
indefensión ante una realidad permanente que se estaba alargando, palpitante y
aterradora, inmersa ya en los principios de un suspense sobrecogedor , que a
los españoles les tenía demasiado preocupados.-
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