CAPÍTULO C C L X I X
Los unos por la involución y los otros por la ruptura, que sólo son las
minorías representativas de esta país, aunque los hay que quieren salvar a España de lo
insalvable.- Lo que pasa es que, como
ya está demostrado, desde tiempos inmemoriales, ahora más en la reciente
confrontación entre los unos y los otros, las Dos Españas estarán siempre una
frente a la otra.-
La verdad es que sería imposible poner de acuerdo a las Dos
Españas.- He ahí os síntomas que se
están dando ahora.- Unos la involución
y los otros la ruptura, que alguien diga que no son dos tendencias tan divergentes que cada vez estarán más
separadas, como las líneas divergentes en sí.-
Pero no son los peores los que andan por los extremos, ya que son unas mini-minorías que no pueden
desestabilizar mucho este país, aunque sí tenerlo en discordia.-
Están las Dos Españas, derecha e izquierda, en sus tendencias mas humanizadas y grupos
que abarcan la mitad de la sociedad en cada uno de los grupos.- Estas Dos Españas también se tiran los
trastes a la cabeza, con fuerza, para destrozarse el uno al otro grupo.- La cuestión está en los votos.- Se lucha por cada voto, como se suele decir
en otros lares, casa por casa, individuo por individuo.- Si uno ofrece dos cosas beneficiosas para el
pueblo, en otro grupo ofrece tres.- Es
un arte espacial que tienen aprendido, como el de dos pescaders que vendían pescado, y empezaron bajándolo tanto que ya lo regalaban.- Uno de ellos dice a los clientes : Yo, además de regalarlo, le doy el aceite
para freirlo.-
Bueno, aunque sea una anécdota, es la referencia que se puede hacer
sobre los políticos, que ofrecen y ofrecen sin cansarse.- Pero, como decía el profesor Tierno Galván,
las promesas que hacen los políticos están para no cumplirlas.- De forma, que a prometer y prometo, que esto lo dijo otro gran político.- El pueblo lo que tiene que hacer es prometer
que cree pero no cree.-
A pesar de todo, esas minorías
que quieren salvar lo insalvable, en contra de la opición de la mayoría de los
españoles, que lo único que desean e vivir en paz, democracia y libertad, ya
demostrado en las urnas .-
En España, la democracia, más que vigilada, lo que está es zarandeada,
sacudida, vapuleada y amenazada.- A
este respecto, un señor sueco que anda merodeando por aquí, dice que si en
Estocolmo la Prensa recogiese a la largo de una semana los acontecimientos catastróficos que publica la española en un día, los suecos
se creería que está cerca el fin del mundo.-
No obstante, aquí en España, lo que creemos los españoles es que lo que
está próximo es el fin de la democracia, esa señora renqueante que no acaba de subir la cuesta.- Como aquellos viejos tranvías, que en la
cuesta subias y bajabas sin que parara.-
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