viernes, 16 de diciembre de 2016

ADOLFO SUÁREZ


CAPÍTULO    C C L X I X

               Los unos por la involución y los otros por la ruptura, que sólo son las minorías representativas de esta país, aunque los hay que  quieren salvar a España de lo insalvable.-   Lo que pasa es que, como ya está demostrado, desde tiempos inmemoriales, ahora más en la reciente confrontación entre los unos y los otros, las Dos Españas estarán siempre una frente a la otra.-
               La verdad es que sería imposible poner de acuerdo a las Dos Españas.-   He ahí os síntomas que se están dando ahora.-   Unos la involución y los otros la ruptura, que alguien diga que no son dos tendencias  tan divergentes que cada vez estarán más separadas, como las líneas divergentes en sí.-   Pero no son los peores los que andan por los extremos, ya que  son unas mini-minorías que no pueden desestabilizar mucho este país, aunque sí tenerlo en discordia.-
               Están las Dos Españas, derecha e izquierda,  en sus tendencias mas humanizadas y grupos que abarcan la mitad de la sociedad en cada uno de los grupos.-   Estas Dos Españas también se tiran los trastes a la cabeza, con fuerza, para destrozarse el uno al otro grupo.-   La cuestión está en los votos.-   Se lucha por cada voto, como se suele decir en otros lares, casa por casa, individuo por individuo.-  Si uno ofrece dos cosas beneficiosas para el pueblo, en otro grupo ofrece tres.-   Es un arte espacial que tienen aprendido, como el de dos pescaders que vendían pescado, y empezaron bajándolo tanto que ya lo regalaban.-   Uno de ellos dice a los clientes :  Yo, además de regalarlo, le doy el aceite para freirlo.-
               Bueno, aunque sea una anécdota, es la referencia que se puede hacer sobre los políticos, que ofrecen y ofrecen sin cansarse.-   Pero, como decía el profesor Tierno Galván, las promesas que hacen los políticos están para no cumplirlas.-   De forma, que a prometer y prometo,  que esto lo dijo otro gran político.-   El pueblo lo que tiene que hacer es prometer que cree pero no cree.-
               A pesar de todo,  esas minorías que quieren salvar lo insalvable, en contra de la opición de la mayoría de los españoles, que lo único que desean e vivir en paz, democracia y libertad, ya demostrado en las urnas .-
               En España, la democracia, más que vigilada, lo que está es zarandeada, sacudida, vapuleada y amenazada.-   A este respecto, un señor sueco que anda merodeando por aquí, dice que si en Estocolmo la Prensa recogiese a la largo de una semana  los acontecimientos catastróficos  que publica la española en un día, los suecos se creería que está cerca el fin del mundo.-   No obstante, aquí en España, lo que creemos los españoles es que lo que está próximo es el fin de la democracia, esa señora renqueante  que no acaba de subir la cuesta.-   Como aquellos viejos tranvías, que en la cuesta subias y bajabas sin que parara.-





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