CAPÍTULO C C L X V
IDEAL-24-06-81
Sobre las cuatro de la mañana del día veintitrés de junio (23 en moda), víspera de la onomástica del
REY, tres coches oficiales, transportando a otros tantos jefes de Estado Mayor,
de la Capitanía General de la Primera Región Militar, se dirigieron a los
domicilios de otros tantos jefes con el fin de conducirlos a declarar a
comisaría.- Que durante la mañana,la
sombra de un algo extraño planeaba sobre el estamento militar madrileño y tan
sólo al final se ha sabido que se trataba de la detención, por orden del
ministerio del Interior, señor Rosón, de los tres jefes militares que se han descrito anteriormente.-
Tanto misterio toda la mañana, tanto ir y venir de coches oficiales de
un lado hacia otro, para al fin detener a tres jefes del Ejército que les
resultan sospechosos.- Como el pueblo
repudia ya los actos terrorista y los ‘golpistas, con la misma intensidad, como
una enfermedad que se ha extendido por el país que está atrapando psíquicamente
a las gentes.-
Pero el ‘golpismo’ siempre aparece por los sectores menos esperados,
aunque del mismo lado siempre, esperando que prospere algún acto, para
acometer la incansable y nada fácil
operación de liquidar el terrorismo.-
Es decir, que con el pretexto del terrorismo, acción repudiable, por
supuesto, los ‘golpes’ se suceden unos tras otros, en espera de que alguno
prospere.-
Los tres militares arrestados son, como se dijo anteriormente, el
coronel Garchitorena, el coronel de ingenieros, Sicre Canut y el comandante de
Infantería Sáenz de Ynestrilas.-
Siempre son los mismos los que están persiguiendo.-
Esa misma tarde hubo una reunión en
el Ministerio de Defensa. A la que asistieron el titular del departamento, el
jefe del Estado Mayor y el Capitán General de la Región.- Tras esta reunión se ordenaba el traslado de
los detenidos, que hasta entonces habían permanecido en el Gobierno Militar, a
tres dependencias militares de Madrid.-
Ahora, el que huele a ‘golpista’, al ‘talego’.-
Al caer la tarde de día veinticuatro, se celebra en los jardines del
Moro, del Palacio Real, la recepción que el Rey, en esta ocasión accidentada,
ofrece anualmente, con ocasión de su onomástica.- Las cosas no están este año como para
celebrar onomásticas en cualquier parte.-
Hay que buscar los sitios escondidos, que como todos los españoles,
estén menos vistosos.-
Entre las autoridades militares, notables ausencias, que posteriormente,
corrió la voz de que se había decretado algo así como una ‘alerta especial’, en
base a las declaraciones obtenidas de tres jefes en prisión preventiva, diciéndole que por ese
motivo faltaban las principales autoridades militares locales.-
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