CAPÍTULO C L X V I I I .-
LA REPÚBLICA IMAGINARIA.-
ABC-VIE-23-06-06-P3.
Era preciso que no hubiera
gentes radicales y con piel de borrego que se dedicaran a revolucionar a los
españoles, porque el pasado de España pesa en las conciencias de los españoles,
y no tenemos una sola España, tenemos Dos Españas, la ‘roja’ y la nacional,
según las versiones que nos han dado en la Historia.- Pero peor que retroceder con la memoria es
tergiversar el pasado, mentir en el presente, manipular los hechos, agregar lo
imaginario, desprestigiar a una parte de los españoles en beneficio de nadie,
porque la historia está en las HEMEROTECAS.-
Lo peor de los despropósitos es
la falsificación del pasado y
contemplarla sin poder contestar a la verdad.-
Regocijarse de imaginarias aptitudes.-
Las derrotas siempre avivan la memoria más que las victorias, a las que
se les tiene cierta envidia y se manipulan.-
Desde aquel catorce de abril de
1931 han pasado más de setenta y cinco años, y la segunda República sigue
siendo un recuerdo para los nostálgicos del radicalismo, de aquella ‘hombría’ y
‘machada de un pueblo radical en su mayoría que mandaron a ‘freir puñetas’ a la
corona de España.-
Esto significa más que una vieja
y apasionante Historia, una triste vergüenza nacional, en la que las Dos
Españas no han sido capaces de entenderse, y la pequeña mayoría de la una sobre
la otra aprovecha la ocasión para poner el pie en el pescuezo a la otra parte y
estrangularla.-
Que alguien pueda decir, a estas
alturas de casi un siglo, que de aquellas lluvias vienen estos lodos y el que
lo niegue no es demócrata, es porque tiene inventada su propia
democracia.- Franco también se inventó
su propia democracia, como se la inventó Lenin, Stalin, Hitler, Fidel, Franco y tantos
líderes autócratas, de los que hoy respiran después de las cloacas.
La Guerra Civil, a la que nos
llevaron a los españoles, enfrentando a las Dos Españas, hermanos contra
hermanos y padres contra hijos y viceverza, es un tema que estaba casi
olvidado, recordarlo, avivarlo, hurgar en las heridas medio cicatrizadas, es lo
más doloroso que pueden recibir esas dos Españas que se batieron y destrozaron
mutuamente.-
La España democrática de hoy no
tiene nada que ver con la España de la República, porque la España democrática
de de la Constitución salió de un consenso entre las Dos Españas, olvidando el
pasado.- La España de la República
supuso la imposición de una España sobre la otra, una trágala, un tanto si
quieres como si no, aquí mandan los que ganaron las elecciones del dieciséis de
febrero, pero con ‘pantalones’.-
Mientras haya quienes manipulen
en el presente, el pasado estará pesando a los españoles, tanto si se trata de
la República, del ‘golpe de Estado de 1934, de la Guarra Civil, de la etapa
franquista, de cualquier etapa de la que las Dos Españas trataron en 1978,
mediante la Constitución unirse en amor y fraternidad, o aql menos en paz y en
democracia.
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