CAPÍTULO C X X V I I .-
Día-18-7-8
Santiago Casares Quiroga, que era
un radical, fue convirtiendo la vida
nacional en un caos.- Se daban
alteraciones del orden público por todos partes, se asesinaba a gentes por el
sólo hecho de ser falangistas o ser simplemente de derechas.- El Gobierno era permisivo con los que
atacaban directamente a los religiosos, saqueaban lugares del culto e incluso
empezaron algunas fuerzas incontrolables a asesinar a religiosos.-
Casares Quiroga se creyó que si
estallaba una revuelta sería poco mas o menos otra ‘Sanjurgada’, como ocurrió
con el amago del ‘golpe’ de 1932.- Pero
las cosas en esta ocasión estaban yendo demasiado lejos.- Algunas personas de las que estaban en las
fuerzas del ministerio de la Gobernación amanecieron asesinados, como le
ocurrió a un teniente de asalto, pocos
días antes del asesinato del líder de la derecha española, José Calvo Sotelo.-
La vida nacional se fue
radicalizando, se arrestaba a gentes de
la derecha y se cerraban sus cedes, se cerraban periódicos no afines al régimen
del Frente Popular.- Puede decirse que
el caos existente en la Nación y el asesinato del Diputado en Cortes y líder de
las derechas españolas, que amaneció en el cementerio muerto a balazos, donde
le llevaron diciéndole al sepulturero que era un borracho que habían encontrado
en la calle.-
Pero el sepulturero lo conoció y
avisó a su familia.- Las cosas llegaron
al máximo radicalismo y caos de orden público, por lo que Azaña bastante
alarmado, tuvo que intervenir, aunque ya era demasiado tarde.- Dimitió Casares Quiroga y nombró al presidente de las
Cortes Diego Martínez Barrios, para que formara nuevo Gobierno.-
Martínez Barrios era un moderado
del Frente Popular, en quien Azaña puso la confianza para que remediara lo
irremediable, por demasiado tarde.- La sublevación del diecisiete al dieciocho
de julio estaba en marcha, era imparable.-
Los últimos acontecimientos ocurridos, de una pulga en el Ejército en
marcha, cierre de sedes y periódicos de la derecha, detenciones de algunos de
sus líderes, como lo fue el de José Antonio Primo de Rivera, asesinato de
algunos sospechosos y sobre todo la de Calvo Sotelo el trece de julio.- Diego Martinez Barrios le ocurrió como a
Indalecio Prieto, que chocó con los largo-caballeristas (del libro colapso de
la República, de Stánley G. Payne).- Largo
Canallero era un radical marxista que no casaba con Prieto y radicalizó la vida
nacional- Prieto y Barios casaban bien.
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