sábado, 26 de septiembre de 2015

LAS DOS ESPAÑAS DE FELIPE

CAPÍTULO   C C X X I X .-

                    AQUELLOS TIEMPOS DEL 23-F.- ABC-23-02-91-SÁBADO

                    Estamos a pocos días de los quince años del 23-F.-   Aquella voz de ¡todos al suelo¡, dada por  los Padres de la Patria, que excepto Gutiérrez Mellado, Carrillo y Suárez, todos mordieron el suelo, que era a forma de escribir una página de la historia.-   Felipe González al tirarse al suelo, sin trampa ni cartón, cayó encima de Alfonso Guerra.-   Uno de los hombres más vociferantes del Parlamento, que era Fernando Sagaseta, dicen que se dio un golpe en la nariz al arrojarse al suelo con inusitada rapidez.-   Los hay que empiezan a rezar, como el señor Bandrés y Herrero de Miñón, que se acuerdan de Gabriel Urralburu, sacerdote de la Congregación del Verbo Divino.-
                    El señor Suárez, entonces presidente del Gobierno, no para de fumar como si fuera un carretero, y allí en medio del Hemiciclo los tres, Tejero pistola en mano, Gutiérrez Mallado que lo quiso doblegar Tejero cogiéndolo del pescuezo o más bien quiso ahogarlo, pero un hombre militar que no  doblegó su dignidad de máximo representante del cuerpo, y Aldolfo Suárez, presidente del Gobierno sin ceder en las pretensiones del jefe del comando Tejero, de tirarse al suelo.-
                    En el rostro de numerosos parlamentarios se refleja el pánico, como los que viven los últimos minutos de su vida.-   Mientras tanto, don Manuel Fraga, hombre de poca paciencia, se levanta del asiento y dice que es una situación insostenible y que él se marcha a su casa.-   Pero Tejero amenaza e indica que se siente y entonces Fraga se desabrocha la camisa e indica que allí está su pecho para que le disparen.-   Fue un momento de tensión, en el que algunos se creyeron que iba a empezar la fiesta con ‘tracas’ disparadas.-
                    Fernando Abril Matorell presta atención a un transitor que nadie sabe de dónde ha salido clandestinamente, y no se da cuenta de que ha subido la voz demasiado, hasta que alguien se lo advierte por bajines y le dice que nos estás comprometiendo y se puede enfadar Tejero.-
                    Antonio Fontán, al tirarse al suelo cae encima de la guapa Carmela Garcia Moreno, y no se sabe si por encontrarse bien o por miedo, no se atreve a ‘coscarse’ los veinte minutos exigidos por los asaltantes al Congreso.-   No obstante, cuando ha pasado todo, dice Carmela que Antonio se portó como un verdadero caballero.-   Aun que hace tiempo, los hay que sienten que los padres de la Patria no estuvieron a la altura de las circunstancias.-   He ahí el señor Fraga Iribarne le echó valor al toro y dijo que lo que iba a ser empeñado, pues vendido de una vez, y aquí está este ‘tío’ dispuesto a morir por la Patria.-
                    El padre de Tejero estaba echando una partida de cartas en su Málaga, cuando dijeron que había tiros en el Congreso y el hombre dijo: ¡Ese es mi Antoñito¡.-   Ahí lo tienen ustedes.-   Los hubo que tuvieron que ir al baño.- ¡Vaya lío¡.





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