ADOLFO SUÁREZ

CAPÍTULO      C C L C I I

LOS DOS MINUTOS DE SILENCIO D LOS POLITICOS

               Desde todos los puntos de vista políticos, partiendo de la ciudadanía, las críticas están a la orden del día por ocurrírsele a los cuatro grandes, como se les llama, los cuatro partidos PSOE,  UCD,  CD, y PCE, ese gran ciencia de dos minutos en toda España para desarmar al terrorismo, que tal vez acongojado, tire las armas y se esconda en las cloacas, donde está su lugar predilecto.-

               Has un buen número de esposas de militares, han difundido una nota, en la que le dicen a los políticos que las vidas de sus maridos valen más de dos minutos de silencio.-   Los unos por los otros la casa sin barrer.-

               En vez de callar esos dos minutos, el señor Carrillo puede poner un telegrama a Rusia y pedir el cese de las actividades  de la  KGB en España.-   Que siempre que intentamos vivir en democracia están ahí los marxistas por medio, con el estilo ruso, sus ‘Checas’ y sus artes de monjitas de la caridad, y democracia a ‘freir espárragos’.-   Así estamos ya otra vez.-   Las actividades terroristas, tanto de ETA como del GRAPO, son actividades de locos marxistas, que en tanto asesinan como secuestran y los meten con ‘Checas’ .-

               También le dicen al señor González que si va a seguir pidiendo amnistía para los asesinos, que se lo vaya pensando en esos dos minutos que nos quiere regalar.-   Los dos minutos también le pueden valer a UCD para dejar el poder y dedicarse a sus actividades.-   Los dos minutos del señor Fraga tendrán que ser de profunda meditación sobre los aliados que necesita en lo sucesivos.-    Se pueden pedir esas cosas y muchas más en dos minutos, pero que nos digan que callemos dos minutos, eso nunca lo vamos a consentir.-

               Mientras duraba el acuartelamiento ordenado por el capitán general de Madrid, los jefes y oficiales comentaban entre sí el apasionado y terriblemente  pesimista ambiente que reinaban en sus respectivos hogares.-   Muchas de sus esposas colgaban de las ventanas y balcones banderas nacionales con crespones negros, sin que se les pudiera sonsacar si lo hacían por los militares fallecidos, o si era por los que esperaban caer, por obra del terror, previendo el propio luto.-

                La psicosis en los españoles es intolerante, los nervios a flor de piel, la lengua seca de decir, de gritar, de descifrar enigmas.-   España parada con tanta manifestación, con tanto acto terrorista, con tanto ‘golpismo’, con tanto ir y venir de ‘Poncio a Pilatos y de Pilatos a Poncio’.-   Pero a Jesucristo lo van a crucificar igual, sea con Poncio o sea con Pilatos.-    Y ahora, el Jesucristo en ciernes es la renqueante democracia, que están crucificando con corona y todo.-