CAPÍTULO CC L V I
Ha llegado la hora que en cuanto se mueven los militares, a la gente les
entra el pánico, un pánico cerval e incontenible.- Pero si se pusieran a analizar los acontecimientos,
se darían cuenta de que , precisamente la Fuerzas Armadas son las más
perjudicadas en estos momentos, porque el indiscriminado terrorismo las está
atacando en sus más altos escalafones, donde está e peligro.-
Se forma un revuelo al ver que pequeñas unidades militares, que vuelven a sus
acuartelamientos, tras el cumplimiento de misiones de rutina, han extendido toda clase de rumores, esparcidos por Madrid, sobre si hay movimientos de carros
de combate y vehículos militares, en diferentes puntos de las afueras de la
ciudad.-
He ahí, en cuanto tenemos a la vista un vehículo militar, como los
ciudadanos se ponen nerviosos.- Pronto
se corre la voz de movimientos de Fuerzas Armadas, de arrastre de sables,
discursos mal interpretados, de reuniones imaginarias, de entrada y salida
militares en los cuarteles.-
A su paso por las calles de Madrid, en un día que se caracteriza por una
insoportable tensión, que si se une a esos locos bulos que andan por acá y
acullá, desencadenando recelos, muchos temores,
desesperanzas o ánimos, segundas tendencias de cada cada ciudadano.-
Se han dado casos de quienes se acercaban a los soldados y los
vitoreaban, y a los oficiales para ofrecerles su solidaridad, mientras que otros
echaban al paso de las tropas migas de pan, en claro intento de provocar en la medida en que fuera
posible.- No se puede contar con toos
los ciudadanos para que realicen y tomen las mismas posturas.- No solamente ante el Ejército, sino en todos
los actos de la vida, de lo contrario no existirían las Dos Españas.-
En los centros militares, los comentarios están caldeando los
ánimos.- El objeto de la ira de un
mayor número de oficiales, era la clase
política, que con sus inconscientes actos y disposiciones, están sirviendo para
los epítetos que se les destinan, a parte de los destinados a los terroristas.-
La iniciativa de los cuatro partidos
integrados en el arco parlamentario,
UCD, PSOE, CD,
PCE, de solicitar un paro
silencioso de dos minutos a escala nacional, fue generalmente criticada.- Fueron muchas las apostillas amargas.- Les decía que de esta, los terroristas
abandonan las armas, acojonados.- O
también, como toda España parada por el tema terrorista, gracias a la clase
política.- ¿Qué se resuelve con dos
minutos?.- Los políticos se les han
subido a las barbas los terroristas, ellos lo saben, y campan por sus respetos
por España entera como si fuera su propio cortijo.- Menos política desastrosa y más talante
frente al terror.- Es como si dijéramos
: ‘Más pan y menos manteles’.-
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