MARCHA ROJA CONTRA LOS
AJUSTES
Cayo Lara le dijo al Gobierno
que con los ajustes acaba de echar gasolina en las calles.- Efectivamente-la izquierda de este país
espera la oportunidad de ver el inflamable líquido para encender una
cerilla.- El mismo viernes trece de
junio, a partir del Consejo de Ministros, alguien encendió una cerilla y las
calles de Madrid comenzaron a arder, apagadas hacía poco por la monstruosa
Marcha Negra, que también vino a pedir más dinero.- Lo que pasa es que Zapatero lo gastó todo y
empeñó España para que nadie pueda pedir préstamos en una sucesión de años
incalculable.- De esos vientos vienen
estas arenas, castigo del mundo financiero.-
Los más de los españoles
sabíamos que algún día pagaríamos el desmadre socialista, rumbo de insensatos
que gastaban más que ingresaban y pedían y pedían, para vivir por encima de
la.- s posibilidades económicas.-
Las alteraciones del orden
público duraron muchas horas, sobre todo en la ya famosa y tomada como por
asalto, la Puerta del Sol, donde todos los revoltosos van a acampar, alterar,
descansar, ensuciar, insultar y molestar lo más que pueden a la sociedad en su
conjunto.- Solo hubo poco más de media
docena de detenidos, que de poco sirve su detención.- La policía había acordonada la sede del
Partido Popular en calle Génova, porque frente a Ella se agruparon algunas
huestes con cara de pocos amigos.-.
Cerca de la Glorieta de Bilbao
se topa la marcha con la Delegada del
Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que como una tonta sale a la calle en
un día de fuego en las calles.-. Es como
meterse en un avispero para provocar, por lo que la regalaron con algunas
exquisitas palabras y algún transitorio escupitajo.- Era lo normal y si espera ramos de flores, a
nadie se le puede ocurrir, si está en su pleno dominio de los sentidos, que el
horno estaba para cocer tortas,. Demasiado bien escapó del fuego,.
Las protestas pedían la
dimisión del Gobierno.- Tal vez
preferían que los recortes, como en Grecia y Portugal, los hiciera Europa, y en
vez de una paga extra fueran las dos, pagarse las medicinas completas y médicos
y hospitales y un recorte de sueldos del veinte por ciento.- Y es que las trampas dejadas por el Gobierno
socialista hay que pagarlas, con hambre.-
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