CAPÍTULO XXXV.-
(Id.-01-07-37-EL PEÑÓN DE LA MATA.- (COGOLLOS VEGA).
Por la parte de Cogollos Vega (Granada), había una posición que se llamaba
el Peñón de la Mata, donde se hicieron fuertes los marxistas y por su posición
dominante costaba muchas vidas ocupar la posición.- Hubo que utilizar la artillería y la
aviación para ocupar la privilegiada posición.- Los rojos, ante el ataque fuertemente
organizado, de aviación, artillería e infantería, abandonaron la posición y
huyeron, dejando el material de guerra atrás.-
Eran una masa de hombres, sin mando que respetar ni organización.- Anarquía pura.-
Una anécdota que viene en el periódico.- En algunas ciudades los medios alimentación
están ya bastante escasos, no sólo porque estamos en guerra, sino también
porque se destruye y no dejan producir.-
En Bilbao dicen que la libra de carne de gato vale ya sobre 12 mil
pesetas.- Calculen esa cantidad en el
año 1936 lo que significa.- En la
ciudad de Bilbao hay ahora sobre 200.000 personas.- Pensemos lo que pasaría si los nacionales
tardan mucho en ocupar la ciudad en el estrago de los once meses de la
mortífera guerra, en la desolación de sus calles, en la ruina de sus edificios
representativos y en el pavor y la fuga de sus habitantes, los que tienen la
oportunidad de huir y no los detienen antes.-
En el centro se ven verdaderos hormigueros humanos, en el que todas las
clases sociales, todos los uniformes del Ejército y de las milicias se
confunden.- Se ven mujeres y niños por
las calles, obreros trabajando, y parece
que festejan el fin de la tiranía marxista, que intervenía y arruinaba sus
vidas, desde las ideas hasta la economía.-
Nos engañaba Aguirre.- Todos los
Conventos habían sido incendiados y expulsadas sus comunidades religiosas, pese
al catolicismo de que blasonaba Aguirre.- Los marxistas se embriagaban bebiendo el vino
en los vasos sagrados.-
Durante los primeros días del movimiento, el marxismo trató de, como el
de muchas ciudades, de convertir los templos en hogueras, sin que nadie les
saliera al paso, las hordas prendieron fuego a los Conventos, como el de la
Concepción, y cuando llegó el servicio de incendios, las hordas les impidió
actuar y el Convento quedó reducido a cenizas.-
El gobierno de Euskadi dispuso la
incautación de todos los centros religiosos, y las comunidades religiosas
fueron expulsadas de las casas, y establecieron las más diversas y
estrafalarias dependencias , que se les llamaba públicas.- (Id-01-07-37).-
Esta es la vida en las ciudades donde impera el marxismo.- En los pueblos es aún peor que en las
ciudades, porque los jefecillos son
todavía peores que las hordas con las que tienen que tratar diariamente.-
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