jueves, 27 de agosto de 2015

LA GUERRA CIVIL

CAPÍTULO        XXXV.-

                             (Id.-01-07-37-EL PEÑÓN DE LA MATA.-  (COGOLLOS VEGA).

Por la parte de Cogollos Vega   (Granada), había una posición que se llamaba el Peñón de la Mata, donde se hicieron fuertes los marxistas y por su posición dominante costaba muchas vidas ocupar la posición.-   Hubo que utilizar la artillería y la aviación para ocupar la privilegiada posición.-   Los rojos, ante el ataque fuertemente organizado, de aviación, artillería e infantería, abandonaron la posición y huyeron, dejando el material de guerra atrás.-   Eran una masa de hombres, sin mando que respetar ni organización.-   Anarquía pura.-
          Una anécdota que viene en el periódico.-   En algunas ciudades los medios alimentación están ya bastante escasos, no sólo porque estamos en guerra, sino también porque se destruye y no dejan producir.-   En Bilbao dicen que la libra de carne de gato vale ya sobre 12 mil pesetas.-   Calculen esa cantidad en el año 1936 lo que significa.-   En la ciudad de Bilbao hay ahora sobre 200.000 personas.-   Pensemos lo que pasaría si los nacionales tardan mucho en ocupar la ciudad en el estrago de los once meses de la mortífera guerra, en la desolación de sus calles, en la ruina de sus edificios representativos y en el pavor y la fuga de sus habitantes, los que tienen la oportunidad de huir y no los detienen antes.-
          En el centro se ven verdaderos hormigueros humanos, en el que todas las clases sociales, todos los uniformes del Ejército y de las milicias se confunden.-  Se ven mujeres y niños por las calles, obreros trabajando,  y parece que festejan el fin de la tiranía marxista, que intervenía y arruinaba sus vidas, desde las ideas hasta la economía.-   Nos engañaba Aguirre.-   Todos los Conventos habían sido incendiados y expulsadas sus comunidades religiosas, pese al catolicismo de que blasonaba Aguirre.-   Los marxistas se embriagaban bebiendo el vino en los vasos sagrados.-
          Durante los primeros días del movimiento, el marxismo trató de, como el de muchas ciudades, de convertir los templos en hogueras, sin que nadie les saliera al paso, las hordas prendieron fuego a los Conventos, como el de la Concepción, y cuando llegó el servicio de incendios, las hordas les impidió actuar y el Convento quedó reducido a cenizas.-
          El gobierno de Euskadi  dispuso la incautación de todos los centros religiosos, y las comunidades religiosas fueron expulsadas de las casas, y establecieron las más diversas y estrafalarias dependencias , que se les llamaba públicas.-   (Id-01-07-37).-

          Esta es la vida en las ciudades donde impera el marxismo.-   En los pueblos es aún peor que en las ciudades,  porque los jefecillos son todavía peores que las hordas con las que tienen que tratar diariamente.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario