domingo, 23 de agosto de 2015

GOLPE DE ESTADO EN MARTE

                                                                                   
                                                                     
 Buenos Días Españolo.-   Qué sueños más dulces que tienes.-  ¡Cómo¡ .-.  Pero ,¿Qué haces tú aquí en mi dormitorio ?.-  Tú me invitaste anoche, yo no quería, pero al fin y al cabo soy humana y de carne débil......
Con que de carne débil.-  No querrás decir que tú y yo....   Bueno, eso, que hemos dormido los dos.....-   Anoche bebimos de esos brebajes que nos sirvió el camarero, estuvimos hablando hasta muy tarde, y por fin nos tuvo que traer el camarero a la habitación.-  Me dejó contigo......Sí, claro, y tú te aprovechaste de la ocasiòn, ¿no ?.-  No, te has aprovechado tú, que es distinto.-   Pero yo...., yo..., debí de estar borracho.-  Y aún lo estás, Españolo.-  ¡Zas¡, me tiró una zapatilla y desapareció en la ducha.-  A través de la mampara de separación, se podía apreciar un cuerpo desnudo, con ciertas curvas, bien señaladas y pronunciadas..........
Me sacó de esta adivinación la voz aguda de Flor de Loto.-   Españolo, me he dejado la toalla en el dormitorio.-  Si tienes la bondad......Ahora mismo voy.-  Me pongo un batín y alargo la mano con la toalla, tratando de no mirar hacia dentro.-  Pero un tirón de mi mano me dejó frente a frente de Flor de Loto, dentro de la ducha.-   Abrí mucho los ojos, no sé si estaba avergonzado o estaba feliz de aquel tirón que me puso en aquella situación.-  ¿No dices nada, Españolo, o es que se comió la lengua el gato ?.-  Pues sí, tengo algo que decir .-   Pues habla, hombre, habla.-  Que eres muy hermosa, y que ..., bueno   que..., me alegro que.....-  ¡Buf¡ No digas más .-   ¿Me ha besado en la boca...?.-   Digo mal.-  Nos hemos besado ambos mutuamente...........
Bajamos al comedor para desayunar.--   Se dirigió a nosotros el camarero de la noche anterior y nos preguntó : ¿Descansaron bien los señores?.-   Nos miramos Flor y yo.-  En vez de contestar, dimos las gracias y nos fuimos a desayunar en la misma mesa en que la noche anterior pasamos la estupenda velada.-    Allí, uno frente al otro, mirándonos a los ojos entre bocado y bocado, más que dos turistas en un pais extranjero, parecíamos un par de tórtolos subidos en la rama de un árbol, buscando dónde hacer el nido.-   Ni ella preguntaba nada ni yo me atrevía a romper el hechizo que nos envolvía.-   Entonces se me ocurrió decir unos versos, si me salían, porque me había dado cuenta de que le gustaba la poesía.-

Eres muy hermosa Flor / mi divina Flor de Loto / y yo te brindo mi amor / de tu belleza devoto / y extasiado en tu candor.-   Ella me miró largamente.-  Aunque los tuve que decir en un mal francés para que me entendiera, pero se había enterado.-   Alargó el cuerpo por encima de la mesa y me brindó sus labios.-    

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