ACCIDENTE EN EL RÍO DEL DESIERTO
El
río del Desierto, con una longitud de unos cincuenta kilómetros está iluminado
como toda la ciudad del Desierto y sus alrededores, como un ‘’ascua de oro’’,
aún así y todo, los problemas, tanto de día como de noche en la riera se
suceden con bastante frecuencia.- Es
mucha la gente que quiere conocer el recorrido hasta el mar y viaje tras viaje
las lanchas se llenan de viajeros.- No
es la primera que ha zozobrado y bañado a los pasajeros en las frias, limpias y
claras aguas surgidas de las entrañas de las Rocosas del Desierto, en cantidad
de miles de litros del preciado líquido.-
Uno
de los accidentes ocasionados en el recorrido del río hasta el mar tuvo lugar a
poco más de un kilómetro de las aguas saladas en una de las dársenas destinadas
al trasvase de embarcaciones del río a la mar y viceversa.- Una de las embarcaciones procedentes del río
zozobró, tal vez debido a los bamboleos de algunos pasajeros bastante bebidos,
que durante el viaje se mostraron rebeldes a las indicaciones a la disciplina.-
Cayeron más de la mitad de los viajeros
a la dársena, se dieron el re mojón y algunos perdieron parte de los
efectos personales, entre ellos dinero y joyas.- Fueron rescatados y subidos a bordo para el
regreso sin más incidente que el susto y re mojón, y alguna pérdida
material.- Unos se acusaban a otros de
la irresponsabilidad, pero los servicios de las embarcaciones pusieron paz y
recomendaron que a su regreso expusieran sus quejas a las autoridades
correspondientes en la Ciudad del Desierto.-
Era la justicia la que tenía que decidir sobre responsabilidades.-
Entre tanto, las siguientes embarcaciones que fueron llegando, enteradas
del incidente, lo iban comentando y riendo divertidos del remojón de los
pasajeros revoltosos que hicieron posible que las frías aguas de la dársena les
dieran el susto acuático.- Algunas
señoras se quejaban de haber perdido sus bolsos con todos sus fondos y
documentación, algunas joyas de gran valor, igual que los caballeros, sus
respectivos bolsos y carteras que se quedaron en el fondo de la dársena.- El capitán de la embarcación los tranquilizó
diciéndoles que pronto llegarían unos buzos que recuperarían todo lo
desaparecido.- Solo tenían que declarar
ante la autoridad competente en la Ciudad del Desierto, las pérdidas y nombres
de los efectos personales.-
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