jueves, 26 de mayo de 2016

ESPAÑA INGOBERNABLE



CAPÍTULO   CXXXIII
EL POPULISMO: El populismo tiene su escuela en la calle.-       Como dijo un día Manuel Fraga, siendo Ministro de Interior, la calle es mía.-  Es una mezcla del barro del barrio y testosterona.-  Lanzan sus consignas al viento, en forma y tiempo, diciendo:  ‘’no obedecer unas leyes injustas’’.  Esta es la palabra que vincula al populismo de izquierdas con el populismo de derechas,  llamado Frente Popular.-  En la calle el populista utiliza la violencia, rompe  lunas de escaparates, incendia coches y escrachea al enemigo.-  El sistema suele reaccionar con la porra y la evaluación de los daños.-
Ahora el populismo se hace fuerte institunacionalizándose y convirtiendo su tesis en algo más que disconformidad con el sistema.- Aprovechan las oportunidades de los derechos del sistema para intentar llegar al poder, por lo que se institucionalizan con pretenciones de Estado.-  Dentro de la instituciones del Estado es más fácil destruir el sistema.-
El populismo no quiere llegar al Estado para regenerarlo.-  Necesita llegar al Estado para destruirlo desde dentro.-  Se les oye decir que no les gusta el Ejército, que la policía actuó sin piedad machacando a las masas.-  Ahora el populismo sale del barro del barrio derecho a luchar por el poder.-  Reprochan traiciones y dramatizan los ideales.-  El populismo cuando llega al poder no sirve para ejercerlo.-  Se vale de la hipocresía redoblada y encubierta, y si pierde el poder, se va al barro del barrio de pirómano, y vuelve a su sistema.-  Lo lleva en los genes.-  El sistema no le sirve, él crea su sistema.- EL AUTOR.

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