CAPÍTULO
LXXVIII
MANOS MANCHADAS
Desde
tiempos inmemoriales, los humanos se han manchado las manos.- La supervivencia
o la avaricia.- Mancharse las manos de
cal.- Mancharse de marisco manos, ropa y
el futuro.- Al menos el marisco, aunque
es más caro, pero cuando se tira con pólvora ajena, se puede marisque-ar.- Las mariscadas y los platos de jamón
bellotero abundan en las celebraciones, que las hay en todos los actos de la
vida.- Reuniones de amiguetes en
celebraciones políticas, todo pagado, por la cara.-
Mientras
que sobre algo de los negocios, mariscadas y banquetes no han de faltar.- De todas formas hay en casa dinero para asar
una vaca.- A la nueva izquierda radical
se le acusa de utopía.- Al PP se le
acusa de corrupción generalizada, bajo el manto de la ejemplaridad y permanente
demagogia de los que solo llevan una viga en el ojo.- La corrupción más grande del siglo, que dijo
un testigo, presuntamente equivocado, porque en el otro siglo fue de cal y canto.
Se
esconden y se ningunean los escándalos más extensos y graves del siglo.- En España se critica mucho y duro a algunas
formaciones políticas, con razón, hay que reconocerlo.- Pero el caso más
aberrante, desde la cúspide de la pirámide a la base, ``el escándalo del
siglo``, que dijo un testigo, dejará huella indeleble y, queda socavado,
adormecido, cubierto y minimizado hasta que cambie de color el equipo.-
Si la ley
de la Memoria Histórica pretende sacar a los buenos de donde cayeron antaño, dejando
a los malos sin exhumación, el tiempo es más largo que la fortuna.- A los tiempos
les pasa como a los aires, cambien de dirección.- En un monumento estático, en tanto
vendrá el aire de la derecha como de la izquierda;
son los cambios de la vida, inconexa.-
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