martes, 10 de mayo de 2016

LA ESPAÑA INGOBERNABLE



CAPÍTULO   LXVII
LAS URNAS, ¿CAMBIARÁN EL FUTURO?
Yo recuerdo aquella copla de Antonio Molina: el futuro es muy oscuro, bis, trabajando en el carbón.-  Pero el problema de hoy no es el carbón, es el carbonero que se niega a apoyar a nadie que no sea él mismo, es decir, ‘’yo presidente’’.-  La tiranía, el desprecio, el orgullo con qué lo dice, hacen temblar de antemano, a los parados, la economía, los servicios sociales, los jubilados y los que están por jubilarse que ven sus pensiones en el aire, que crisis tras crisis, van a menguar demasiado.
El ego personal por encima del bienestar ciudadano.-  O yo o el caos.-  Esperemos que salga premiado de esta legislatura que viene tras los comicios del domingo veintiséis de junio, porque se lo merece.- El pueblo es soberano y tiene la palabra.-  En dos mil once reconoció el pueblo lo negro que se había pasado.-  En dos mil dieciseis tiene la palabra el pueblo, para que no haya otra legislatura ‘’basura’ como la de los ciento treinta y tres días, de comedia tras comedia.-
Las urnas cambiarán el futuro de este país, que tan necesitado está de un cambio, no radical; pero sí saneando tanto desperdicio corrupto, algo difícil de enderezar, después de haberlo torcido tantos años, mirando a lo lejos, a horizontes lejanos, sin ver lo que tenemos ante los ojos.-
Puede que tenga un arreglo si los egos de los despreciativos se suavizan, aunque sea a base de que la ciudadanía le pare un poco los pies y le señale el camino del bien ciudadano, por encima del ego personal, como soberano que tiene la palabra.

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