CAPÍTULO
CXXXVVI
BLANCO
SOBRE NEGRO.- La realidad nos deslumbra cada día con nuevos y deslumbrantes
hechos.- Historias para no dormir en el
futuro.- La versión histriónica
futurible, que Cervantes describiría, si viviera, cono la tercera parte del
Quijote.- Tenemos medio país bajo el
punto de mira justiciable, por activa o por pasiva, presuntamente mezclando
todo tipo de cohechos, prevaricaciones, complicidades del delito, tráfico – no
de vehículos – de influencias y, con ello, patadas permanentes a la
honorabilidad, tanto personal como política.-
La
ciudadanía quejándose del ‘’teatrillo’’ cotidiano al que los políticos someten
las cosas de comer.- Yo presidente, sillones y prebendas políticas y, lo del
pan, trajo y el techo, en el canto de la memoria.- Todo sea porque yo primero,
después yo y si queda algo para mi.- se
pasan de un color a otro, como se cambia de ropa el artista en el circo.- Qué tenemos menos que en el circo.- Se olvidan que torres más altas se han
caído.-
Lo
único que nos queda es el tremendo protagonismo que inunda el país, sin
acordarse de los varios millones de desempleados, que están aparcados hasta el
día del juicio final.- Los jubilados que
les han quitado tanto poder adquisitivo, que las pensiones de menos de mil euros son de chicle.-
El
protagonismo de esta historia irreal que la ciudadanía de este país – todavía
existente – está viviendo, es como los cuentos de calleja.- Digo todavía existente, porque he oído a un
político que – seguro lo haría si pudiera – promete que si llega al poder, por
el que lucha caiga quien caiga, convertirá este Estado en una serie de estados,
dice Federales o confederales.-
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