UNA HERENCIA ENVENENADA
Estas palabras,
dichas en las Cortes, en el Congreso de los Diputados, por el líder de la
oposición, Mariano Rajoy, al entonces presidente del Gobierno socialista, José
Luis Rodríguez Zapatero, en un debate cuerpo a cuerpo: deja a los españoles ‘’una herencia
envenenada’’.- Ahora, perdidas las
elecciones generales los socialistas, ese pueblo español que recibe la herencia
envenenada, tendrá que pagar las facturas del desaguisado.- El presidente electo le toca echar mano de
las tijeras y anunciar y ejecutar recortes, y, correr el riesgo de que los
mismos que crearon la herencia incendien las calles, con los amiguetes que le
ayudaron.-
Al menos
verbalmente, nadie se hace responsable del aumento de las plantillas públicas
improductivas, de los despilfarros de las Administraciones públicas, de las
inversiones faraónicas en distintas obras de nula productividad y
utilidad.- Nadie quiere saber nada del
derroche de coches oficiales, algunos de tan elevados precios que son un
escándalo.- Nadie sabe nada de los
numerosos viajes innecesarios, ni tampoco de los abultados gastos suntuarios y
otros ficticios.- La amnesia impide
hasta recordar los sobresueldos.-
Los despropósitos
del considerable agujero de las cuentas públicas, pasarán a pagar las facturas
por el sufrido pueblo, a base de ‘’tijeretazos’’.- El presidente electo tiene una herencia
envenenada que tendrá que ir repartiendo entre los ciudadanos, entre Consejos
de Ministros y decretos Leyes, entre peleas en las Cortes e incendios en las
calles, entre demagogias callejeras y falsas acusaciones.- Aún se recuerdan los incendios callejeros del
‘’nunca máis’’, injustamente
incendiados, las manipulaciones del llamado ‘’chapapote’’, que de un accidente
desgraciado hicieron una tragedia.-
La tragedia de los
‘’tijeretazos’’ taparán, para que no se vean, los oscuros agujeros de las
cuentas públicas y los desaguisados acaecidos en unos desgraciados años pasados
entre dos mil cuatro y dos mil once.-
Pero los millones de parados, los que perdieron sus casas a raíz de
perder el trabajo, los que tuvieron que buscar el pan de sus hijos de
diferentes maneras y no muy hortodoxas, esos tal vez no olvidarán fácilmente.-
La nueva era, la
nueva etapa que le espera a España será como la de mil novecientos noventa y
seis, cuatro años malos tapando agujeros de los topos, y entrar en otra era de
prosperidad.- Que así sea, si no la
hunden antes.-
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