martes, 19 de enero de 2016


CAPÍRULO   CCLVIII

                    Querido, he hablado con Marci y me dice que no puede conectar contigo, y yo llevo mucho rato intentándolo y tampoco.-  Te ocurre algo amor?.-  Dime algo por favor, que estoy inquieta y temiendo.-  Hola mi querida nenita, qué alegría tenerte al habla.-  Por qué no contestabas?.-  Verás, es que estaba en conversaciones con una sirena de las Rocosas.-  ¿Sí?, pues a ti te doy yo sirenas, rubias y vampiresas, gamberro.-  Yo preocupada por mi amor y resulta que mi amor está ligando, que no me contesta ni tampoco a Marci.-  Ya te darte yo cuando vengas, sinvergüenza.-

                    Pero Marci intuía algo serio y decidió averiguarlo.-  Se dirigió a la oficina de perforación y tuberías a informarse.-  El jefe del equipo le dijo que había un accidente.-  Españolo y el jefe de los servicios de perforación estaban en el lago, y cuatro hombres colgando de la chimenea perforada que, mientras limpiaban los hastiales se desprendieron.-

                     Han enviado equipos de socorro?.-  No lo autoriza el director.-  Pues ahora el director soy yo, y quiero equipos de socorro para salvar la vida de esos cuatro hombres y sacar a los dos jefes del lago.-  Cómo se hace eso?.-  Usted sabe cómo?.- Tengo alguna idea, dice el encargado.-  Reúna a todos los hombres con equipos de escalada suficientes para entrar al rescate de esos cuatro hombres, eso es lo principal.-

                     El rescate se puso en marcha inmediatamente.-  Bajaron cuatro hombres y ataron aquellos cuatro, ya casi exhaustos a sus cuerpos.-  Desde arriba, carruchas y poleas iban subiendo despacio a los ocho hombres, mientras Marci se comunicaba con Españolo.-  Hola gandul, como te va con la vampiresa.-  Gracias, amigo Marci, nos quedamos sin conexión a última hora y no pude pedir socorro.-

                       Eres un tozudo, un mal amigo, un mal esposo, un mal bicho, y no me extraña que esta noche te den de zapatazos.-  Gracias amigo, me lo merezco por cabezota, por aventurero, por mal amigo, por mal esposo, por descuido, por caer en esta trampa acuífera, donde ya estuve a punto de morir.-   Me temo, Españolo, que vas a pasar ahí la noche, los cables no tienen mil metros de longitud y no te podemos sacar hasta que mañana envíen  unos quinientos que faltan.- Envíame un colchón de plumas, un pollo en salsa y champan.- ¡Ah, y una rubia¡, ¡y un cuerno¡.- 

 

 

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