CAPÍTULO CCCXX
El Marte, moneda que nos
hemos dado los Estados Unidos marteños, se está hundiendo, despacio, pero
paulatinamente, debido al populismo de algunos Estados de la Unión.- Este es un tema que trae hoy el Liberal, dice
Marci a su amigo Españolo.- Los países
populistas de la Unión tienen un déficit que jamás podrán pagar, al menos
mientras que estén bajo el régimen demagógico de esos dictadores populistas.-
Marci, tú crees que este
Estado nuestro se salvará de la intervención monetaria de la Unión
Marteña?.- Nos obligarían a vender parte
de un estras empresas públicas y, quién
sabe si entre ellas – no es descartable – estarían las posesiones del Desierto
Rojo, donde nosotros somos propietarios del mejor hotel en la Plaza de España
(nombre que le pusiste tú en mi honor).-
Tienes razón Españolo, existe
una gran preocupación generalizada entre los marteños de nuestro Estado, lo han
demostrado los votos que han perdido los rojizos y la debacle del partido en
las pasadas elecciones.- Pero parece que
el pueblo está reaccionando y las encuestas siguen aumentado la puntuación de
los Azules por encima de los Rojizos para las generales.-
El vecino Estado marteño le
amenaza la Unión que para concederle el abultado préstamo que solicita del
Banco de la Unión de los Estados Marteños, tiene que vender sus puertos y
aeropuertos, ferrocarriles y telecomunicaciones, es decir todas las principales
joyas de la corona.- Con qué fin le
exigen esas ventas, Marci?, pregunta Flor de Loto.- Tienes varios fines, Flor, en primer lugar
que las propiedades pasen a dirección privada, que darán rendimiento al país y
crearán empleos estables.-
Las Empresas Públicas en
manos populistas son la ruina de los países.-
Solo crean puestos de trabajo para el partido en el poder, que termina
doblando los puestos necesarios, como prebendas a los suyos, sin rendimiento
alguno y gastos doblados innecesarios, aumentando el déficit presupuestario.-
Ahora me explico, dice Flor
de Loto, por qué cuando llegan al poder los populistas, crecen las empresas
públicas y se van hundiendo las empresa privadas, hasta que el país va a la
ruina.- Si a ese cambio de tendencia
empresarial le añades las infinitas dádivas
y prebendas, comprando voluntades y votantes, la truhanería de pillos,
golfos y tunantes a la sombra populista, enriqueciéndose.- La duplicación de puestos oficiales del
partido con sueldos escandalosos y blindajes, el país va a la ruina.-
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