miércoles, 20 de enero de 2016

GOLPE DE ESTADO EN MARTE


CAPÍTULO   CCLXXXVVIII

                    Marci había llamado al hotel para que organizaran una pequeña fiesta.-  Estaban tan contentos que cuando supieran las mujeres el éxito del Desierto no lo iban a creer.-  El jefe se fue directo al Consejo, a organizar una reunión.-  Tenían que organizar una inauguración, pero contando con los medios oficiales del Estado, que posiblemente asistirían a tal evento.-  Un espejismo de semejantes características no es normal dejarlo sin observar.-

                    Las mujeres fueron informadas del feliz acontecimiento vivido en el Desierto Rojo, y gritaban de felicidad, sobre todo Flor, que tenía una gran esperanza de que saliera bien.  En el hotel fueron informados y salieron a la explanada a recibir y felicitar a los dos hombres que trabajaron en el proyecto, acompañando a las mujeres que no cabían de gozo.-

                     La fiesta aquella noche en el hotel se llenó de gente, porque además de los clientes normales, habían llegado varios vehículos con un par de cientos de clientes a pasar el fin de semana.-  Españolo bailaba como un trompo, bebía de vez en cuando alguna copita en compañía de Marci.-  Creo que la vais a pillar y gorda, les dicen las mujeres.-  Un día es un día, verdad Españolo?.-  Sí, pero hoy no es un día cualquiera, porque es el día de los éxitos, el día del asombro al mundo, el día que el hombre dominó a la naturaleza y venció su curso normal.-    Estás orgulloso de tu hazaña, eh amigo? le dice Marci.-  Más que orgulloso estoy sentimental.-  Retrocedo mis recuerdos a mis tiempos de estudiante y oigo los consejos de mi padre.-

                       Estudia hijo, algún día te acordarás de estas palabra y en verdad que ya me estoy acordando.-  Me gustaría que desde el más allá viera mi obra, para que no tuviera mal concepto de mis calaveradas de play-boy.-  Él pudo estar orgulloso de mis estudios, de mis títulos, pero no pudo ver el fruto del sacrificio.-  A decir verdad este es el primer fruto.-  Mi vida de play-boy, que me gané en mi entorno, solo dio frutos de bebedor y mujeriego.-

                      Las mujeres llegan y les dicen:  Eh, chicos a bailar que se os vayan los humos del alcohol, y dejéis de echar miraditas a esas rubias que han venido esta noche.-  Los dos hombres se miraron; pero si no hemos visto a las rubias.-  A mi no me la dais, comenta Flor, porque sois un par de mujeriegos que estáis muy sueltos.-  Tú entiendes algo Marci?.-  Yo no y tú?.-  Yo sí.-¡E

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