martes, 19 de enero de 2016

GOLPE DE ESTADO EN MARTE


CAPÍTULO   CCLI

                Pues tengo noticias para ti, Marci, que el presidente del gobierno va a visitarnos en los trabajos del Desierto.-  Me dicen en el comunicado, que puede ser que quiera entrar hasta el fondo de los trabajos, ahora que tenemos ascensores  para bajar y subir.-  Porque lo que tú estás haciendo, Españolo no se lo cree nadie; vamos, que es increíble.-  Ya sabes que hasta los más valorados científicos de este país, pusieron sus dudas a tu proyecto.-

                 Se lo debo al Consejo Científico que puso toda la carne en el asador en mi proyecto, cuando lo presente, sobre todo el jefe del servicio, que se jugó la vida conmigo.-  El y yo somos los únicos que sabemos dónde y cómo está el interior de las montañas Rocosas.-  Y el caudal acuífero y su valor real en el Desierto.-

                 Ten en cuenta, Marci, que en el interior comentaré yo los trabajos al presidente y nadie más.-  Pero en el exterior, aunque yo esté presente, te corresponde a ti dar cuenta de todo lo que te pregunte.-  Gracias amigo, por dejarme un poquito de charla a mi, porque tú eres el director de interior y exterior, es decir de todos los trabajos.-

                  ¿Y yo puedo estar presente ese día, señores directores?, dijo Flor con un poquito de guasa.-  Pues mira, no lo había pensado, le espetó Españolo.-  Claro, dice Marci, si ese día se presentan allí hermosas rubias, de las que siempre andan merodeando alrededor del poder.-

                   A vosotros os voy a dar yo rubias, con zapatillas incluidas.-  Esto decía Flor mientras andaba tras ellos con una zapatilla en cada mano.-  El metre del hotel sonreía a placer, porque aquellos coloquios eran tan habituales y divertidos, con los dos españoles y el marciano, que parecía habían estado juntos toda la vida.-

                     Españolo, hoy nos van a zurrar.-  Cuando se lo cuente a Mar se muere de risa.-  Pero, chico, qué genio tiene tu gatita.-   Eso no lo sabes tú muy bien.-  Hay que vivir con ella para saberlo.-  Pero, ¿sabes Marci?, ese geniecillo es solo una válvula de escape.-  Es la mujer más dulce que he conocido.-  Y ya conociste muchas, verdad?.-  Algunas, Marci, pero no tenían ni la mitad de las aptitudes de Flor.-

                      Eres muy feliz con ella, verdad?.-  Somos muy felices los dos, Marci.-  Sin Flor no sé qué haría yo en Marte.-  Pues, estarías con una marteña, Españolo, que las hay de bandera, y tu las conoces.-  Es posible amigo.-  Porque yo sin amor no puedo vivir mucho tiempo, pero me quedo con Flor, que hasta su nombre me gusta.- ¡Lo sé, Españolo’.-

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