CAPÍTULO CCLXIV
Cuando Españolo llegó ya
estaban trabajando en la limpieza de hastiales, que ahora con las dos sillas
acopladas al cable era cómodo el trabajo y rápido.- Ya podían bajar hasta el mismo lago.- Españolo después de revisar los trabajos del
interior, salió a ver los de el exterior y, acompañado por Marci, recorrió todo
el recinto en construcción.- Los jefes
de la Guardia Nacional le saludaron, así como los jefes de los sucesivos
trabajos.-
Ya vuelves a ser el mismo
hombre dominador, atento, inteligente, sonriente y que se come el mundo y se
queda con la gente, le dice Marci.-
Amigo, tú crees que soy como me describes?.- No le quito ni una coma, Español.- Favor que me haces.- Tengo que decirte que todo esto está bajo tu
control, y que me siento orgulloso de cómo funciona.- Eres un hombre formal, activo, responsable,
consciente, culto y algo más.- Dime el
algo más.- Eres mi amigo, mi compañero,
mi hermano.-
Gracias Españolo, que tú
eres lo mejor que tuve en la vida.- Pero
Españolo no le oía, porque se quedó atrás hablando con Flor que le
llamaba.- Marci se dijo, que no había
en todo el país otro matrimonio más enamorado que Españolo y Flor.-
Dime amor, me disculpas
que he estado ocupado y no pude llamarte, Flor.- No estarás con alguna rubia, verdad
cariño?.- Bueno, lo que se dice muy
rubia no es, hasta puede que sea rubia de bote.- No está tan buena como tú, pero sí
resultona.- O sea que se hace el
apaño.- Ayyyyyyyyyyyyy ¡.- ¿Sabes, estoy pensando de qué forma tendré
que matarte, pero como tengo tiempo desde ahora hasta la noche, lo maduraré.-
Sí, claro, maduro es más
eficaz.- No sé si esta noche podré ir,
porque voy a bajar al lago a ver como están las sirenas.- ¡Españolooooo¡.- Apenas se oye, amor mío, levanta un poquito
la voz.- ¡Uuuyyyy¡.-. Ahora te oigo mejor, cielo.- Ese es el tono que te va para
conversar.- Perdona que me llama Marci,
que no sé qué pantalón se le ha roto.-
Chao. ¡Sinvergüenzaaaa¡.- Gracias mi vida, te quiero, te adoro, te
deseo tanto que me iría ahora.-
Buena ocasión para que te
vinieras ahora, tengo un zapato en cada mano.-
Ah, pues mejor no me voy, tengo alergia al ruido de los zapatos.- Y yo
tengo alergia a las rubias, a las sirenas y a las vampiresas.- Te amo y te
odio, te quiero y te detesto.- ¡Noo¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario