CAPÍTULO CCLXXXVVVIII
Cuando se serenaron los
ánimos de los exaltados participantes del evento, el jefe del Consejo, previo
permiso del presidente del gobierno, ordenó a Españolo que se pusiera en
marcha el espectacular acontecimiento de
la salida de las aguas de las entrañas de las montañas Rocosas.- Españolo lo tenía todo bien instalado y
controlado.- Con la mejor de sus
sonrisas de play-boy y de hombre que está seguro de lo que hace, volvió una
mano hacia atrás, pulsó un botón y espero unos minutos.- El jefe del Consejo se quedó sin habla,
porque esperaba que Españolo tuviera que ir a poner los motores en marchas.-
No le dio tiempo a pensar más, porque en
medio de un arco de luces de colores, salió un volcán de líquido acuoso
disparado, deseoso de rendir homenaje al protocolo de la inauguración, llenando
de espumoso líquido los alrededores, de ruido ensordecedor el ambiente, y de
griterío de los asistentes que estaban viendo por primera vez un espectáculo
único en el mundo donde vivían.- Una
verdadera montaña de agua saliendo del interior de la tierra, como sale la lava
por las bocas de los volcanes cuando están en erupción.-
No se puede
describir.- La sensación y el
espectáculo son indescriptibles.- a los
asistentes se les salían los ojos de las órbitas mirando el asombroso y
monumental surtidor de agua que salía disparado, se serenaba en un estanque de
salida, para andar sereno y como un señor que quiere pasear por el Desierto,
camino del mar.- Arroyando con su
cuerpazo voluminoso la sequedad de la torrentera y formando a su alrededor
durante su ruidoso paseo en curso, una mágica neblina espumosa.- Diseminando una fina lluvia a unos metros de
su paso, beneficiosa para las resecas arenas del Desierto Y de los cactus que se beneficiaban.-
Todos los espectadores
que pudieron coger vehículos circulaban a la velocidad la montaña de agua, para
verla avanzar y llegar al mar y tirarse de cabeza, abriendo las salinas aguas y
asustando a los posibles pobladores, desde el pez pequeño al más grande, hasta
que se fueran acostumbrando a las incursiones acuáticas de otro color y distinto
sabor.- Tienen que acostumbrarse, porque va a formar parte de la vida cotidiana
de la vida de los habitantes del mar, en
muchas millas a la redonda.- La llegada
fue espectacular y queda para los anales de la Historia.-
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