CAPÍTULO CCCVII
Con todos los permisos
correspondientes de los organismos estatales, el Consejo Científico tenía
poderes para poner el nombre a la ciudad del Desierto.- El jefe dio instrucciones a Españolo para
poner los letreros en distintas partes.-
El Consejo estableció y anunció viajes al a la ciudad para visitarla,
mediante el pago de una entrada establecida, que se encargaban agencias.
Internacionalmente, se
enviaba a todas las agencias de los Estados de Marte instrucciones para visitar
la ciudad del Consejo Científico y presenciar el río del Desierto.- Se estaban
instalando luces a ambos lados del riera, a todo lo largo de la torrentera
hasta llegar al mar, con grandes focos al final.-
Marci, le han dado al Consejo
los beneficios turísticos de las visitas a la ciudad para ver la riera hasta el
mar, como ingresos para su financiación, Van a venir de todos los estados de
Marte.- Tenemos que abreviar los
trabajos de nuestro edificio para el hotel y el negocio de las señoras.- Los tres bloques que se empiezan en breve
son, dos para centros oficiales del Estado, en los cuales se instalará también
el Consejo y nuestro hotel.-
Ser socios activos del Consejo tiene también
sus ventajas.- Esas ventajas te las
ganaste tú, Españolo.- Sin ti hoy no
existiría el río del Desierto, como ya le llaman, ni la ciudad del Consejo Científico.- Claro, ni existiría el Hotel España muy pronto,
ni la plaza de España, ni nuestra amistad, ni la sociedad español y marciano,
s. L., ni Flor de Loto en tu vida ni tú en la mía.-
Bienvenido a Marte, Españolo,
has cambiado la vida de Mar y la mía, estoy aprendiendo mucho de ti y, más aún,
tengo un hermano que antes no tenía, y se levantó abrazándose a Españolo.- Si no durmiera conmigo todas las noches, ya
estaría yo escamosa de tanta amistad, comentó Flor.- Pero nena, si a mi lo que me gustan son las
rubias.- Ya te daré yo rubias, play-boy,
mal marido.- Tendré que poner un detective en el Hotel cuando esté construido y
entren rubias a pernoctar.- No me
perseguirás, verdad?
No, pondré mis medios
sofisticados para que cuando salgas del apartamento no tengas ganas de
rubias.- Marci, si mi mujer me mata te
quedas sin hermano.- Mar se reía con lo
pareja de tórtolos.-. Aquel humor no
existía en Marte.- Se querían con
locura, pero se divertían con alegría tirándose puyas.- Flor andaba casi siempre con el zapato en la
manos.- Por favor, Flor, no me dejes
sin hermano.- Tú también estás suelto,
eh Mar?.- Algo.-
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