CAPÍTULO CCCXXVIII
Las calles, las plazas, los
espacios públicos invadidos por los rojizos, que se dicen indignados por lo que
está llevando a cabo un gobierno rojizo.-
Es solo un ensayo para cuando estén en el poder los Azules, que se da
por hecho.- El apoyo de los Rojizos a
los laicos revoltosos, invasores de calles y plazas y espacios públicos,
llenando de basura e inmundicias, de griteríos, de insultos, los espacios que
son de todos los ciudadanos.-
El Liberal es el único en toda
la Prensa que se atreve a decir la verdad, a denunciar los desmanes rojizos en
las grades ciudades y pueblos, iba leyendo Marci, mientras sus amigos Españolo
y Flor de Loto, en el hotel de la Plaza España en el Desierto Rojo, les
informaba.- Esto, dice Españolo, parece
un ensayo de lo que piensan realizar cuando lleguen los Azules al
gobierno.- Ahí en esos espacios públicos
que son de todos, estarán los sindicatos antediluvianos y los rojizos con
ellos.-
El candidato a presidente que
han presentado los rojizos, ese Talibono del infierno que te mira y no te mira,
como las víboras con los ojos en blanco, acusando a los Azules de todos los
males de Marte.- Con más travesuras
demagógicas, mentiras, insultos y defensas a ultranza de ladrones y pesebreros
de los que estuvieron en el poder de su partido, sin precedentes en la
Historia.-
Su programa político para
ganar las elecciones generales que se avecinan, se compone del mismo estilo de
siempre rojizo.- Que viene el coco, y os
va a comer poquito a poco.- Cuan el
poder rojizo no engulló a los ciudadanos es que la carne pobre está muy dura.- Pero les hizo apretarse el cinturón a base de
enviar obreros al paro, dejar sin empresas, y sin pequeños negocios familiares
en este país marteño.- En cambio, llenó
de enchufados del partido toda la administración, e incluso prejubilaba a gente
que jamás había trabajado ni dado un palo al agua.-
Flor de Loto dice que desde
que llegó a este país marteño, no había conocido un desmadre y caos económico,
una prepotencia y demagogia tan desastrosa en un país de los más ricos y
prósperos del planeta Marte.- Tal vez
porque cuando llegó a este país marteño, gobernaban los Azules.-
Tengo ganas, decía Marci, de
ver el día posterior a las votaciones, para que se rasquen el trasero los
rojizos, de la patada que el pueblo marteño les va a regalar, como premio a sus
casi diez años de despilfarro económico, y necesidades del pueblo.- Algunas familias pidiendo caridad y comiendo
sobras.-
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