LOS ARREPENTIDOS
Todos los arrendatarios
que firmaron la renuncia al arrendamiento de las tierras y quedaron
expropiados, ahora al ver que los cuatro que se resisten a firmar y deciden ir
a los Tribunales, están arrepentidos.-
Les hubiera gustado seguir al lado de los que no renunciaron.- Pero ya se les dijo, de lo que se encargó
Manoliche, porque la unión hace la fuerza y así se lo dijo.- Es normal que tuvieran miedo a resistir,
porque ninguno tiene medios económicos para meterse e los Tribunales, como
tampoco los tienen los que se resisten.-
El abogado con el que habló mi padre le dice que el pleito lo tienen
ganado si se resisten; pero que si hubieran sido todos, la ley estaba de su
parte, y no les hubieran quitado las tierras.-
Mi padre ha traído la
buena nueva del abogado, que no les cobra nada si pierden, y en caso de ganar
los juicios y seguir con las tierras en arrendamiento, les cobrará poco y
cuando lo puedan ir pagando.- Mi padre
le contó la situación de las familias, tanto económicas como familiares,
teniendo en cuenta, además, la gravedad después de una larga guerra, y de los
saqueos que sufrieron, encontrándose en una situación económica bastante deficiente
y deteriorada.-
El abogado le dijo que
los cuatro que no han firmado que no firmen y que esperen a que los
arrendadores echen delante y el juzgado les mande citación.-
Que sigan labrando como si no supieran nada, con toda normalidad.-
En efecto, la cosecha que ya está en marcha,
que a estas alturas del mes de febrero lleva buenas perspectivas, es posible
que sea abundante.- En cuanto a las
rentas que reclaman, por motivos de la guerra no se pudieron pagar, que nunca
hay que negarse, pero es cuestión tratar una forma de pago en la aglomeración
de rentas.-
De no haber existido la
guerra y de tampoco haber existido los saqueos que dejaron a las familias sin
nada con que alimentarse, las rentas se habrían pagado, cuando las
pidieran.- Se habrían guardado las
materias primas para el pago de rentas.-
Pero, claro, eso no puede servir de excusa, porque ha sido una
enfermedad nacional, que les pasó a todas las familias y en todos los pueblos.- Mi padre habló con el cura (quién diría que
mi padre hable con un cura) para decirle lo bien que lo había tratado e
informado el abogado que le recomendó.-
Y de las promesas de ayudarles y no cobrar hasta que les resolviera el
pleito, que estaba seguro de que se ganaba.-
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